Benditos errores
jueves, 14 de febrero de 2008
Que el fraude electoral jamás se olvide
Gerardo Fernández Casanova
Allá en su esbelta torre –tan esbelta que parece anoréxica- el jefe de los mafiosos no logra dar pie con bola. La pita se le enreda y el engrudo se le hace bolas. Comento algunas de sus mejores perlas.
1.- De manera incomprensible, el espurio hace una visita a los Estados Unidos, justamente cuando la contienda electoral en esa nación llega a sus momentos álgidos. Dice que su objetivo es conectarse con la sociedad de los mexicanos migrantes para trazar estrategias de apoyo a sus demandas, pero los margina de su agenda; en cambio privilegia al gran capital internacional para decirles que no se apuren ni se acongojen: México es destino seguro para sus inversiones, está blindado (neologismo del espaglés derivado de blind: ciego). Pero la perla fue el mensaje que mandó a Bush y a quienes se esmeran por sucederlo: “Estados Unidos debe cuidar a los pocos amigos que le quedan”. El espurio, además de incurrir en una pifia diplomática, muestra una bajeza sin límites, ofreciendo lealtad al tirano en ruinas a cambio de recibir sus migajas. No se detiene a considerar que si les quedan pocos amigos es por su actitud imperial despótica; simplemente la acepta y busca tomar oxígeno del que se está ahogando. Confirma su condición de espurio.
2.- El anunciado diagnóstico del sector energético, encomendado por su patrón a las bancadas legislativas panistas, se mantiene en suspenso. El tema ya se les enredó y no saben cómo rearmarlo. López Obrador recupera espacio mediático y arremete contra las posibles modalidades de privatización que se manejan; muestra el músculo del rechazo popular a cualquier medida que atente contra el patrimonio nacional. Leer más
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