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Ante el cerco informativo, cada uno de nosotros será un medio de información. Ante el engaño y la manipulación nos haremos cargo de abrirle paso a la verdad.






noviembre 14, 2018

AMLO presenta su Plan Nacional de Paz y Seguridad




A partir del 1 de diciembre el próximo gobierno encabezado por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pondrá en operación el Plan Nacional de Paz y Seguridad, el cual se centrará en la prevención del delito y la creación de la Guardia Nacional. 

 El próximo jefe del Ejecutivo aseguró que esta estrategia “parte de la concepción de atender antes que nada lo económico y social, atender las necesidades de los mexicanos. No se puede enfrentar la violencia con la violencia, apagar el fuego con el fuego, enfrentar el mal con el mal. Hay que atender las causas de la violencia”. 

 El enfoque preventivo, dijo, tiene como propósito principal mejorar las condiciones de vida y trabajo para los mexicanos. 

 Además de propiciar el bienestar material de los habitantes del país, el gobierno electo buscará el fortalecimiento de los valores culturales y espirituales, así como de los núcleos familiares, a los que López Obrador reconoció como amplios, modernos y diversos. 

 “Se necesita acabar con la corrupción, combatir la pobreza y fortalecer los valores (…) Donde se mantienen las culturas y tradiciones es donde hay menos delincuencia”, expresó. 

Más información (audios y videos) en el siguiente enlace: https://lopezobrador.org.mx/2018/11/14/presenta-presidente-electo-plan-nacional-de-paz-y-seguridad/

octubre 02, 2018

¿Pacificación? ¡Queremos paz, queremos justicia!





Editorial

Publicado en el número 175 de El Zenzontle Agosto de 2018



¿Pacificación? ¡Queremos paz, queremos justicia!


Los regímenes autoritarios del mundo y en particular los de América Latina han utilizado el nombre de pacificación para la estrategia combinada de fuerza y control sobre la población, luego de una crisis política, el ascenso de la insurgencia popular o la presencia de violencias “ilegales” que amenazan la seguridad del Estado.

En el México de estos días, el término pacificación es parte del proyecto del que será nuevo gobierno a partir del próximo 1 de diciembre presidido por Andrés Manuel López Obrador. Los aspectos que contiene según lo anunciado son posibles amnistías, instalación de comisiones de la verdad para casos especiales, mantener un mando único, presencia de un fiscal propuesto por el nuevo presidente, creación de guardia nacional, debate sobre la legalización del consumo de algunas drogas y su posible producción y comercio regulados por el Estado, y el establecimiento de acuerdos fronterizos de seguridad tanto con los gobiernos de Estados Unidos y con los del triángulo norte de Centroamérica.

Pareciera ser un cambio en alguna medida importante frente a lo ejercido por lo menos en los pasados dos sexenios, el del panista Felipe Calderón y el del priista Enrique Peña Nieto, ambos responsables de una intensa y amplia guerra contra el pueblo, disfrazada primero de guerra contra las drogas y luego como guerra al crimen organizado. Lo que consideramos guerra contra los pueblos por sus resultados en 12 años: 200 mil muertos, casi 40 mil desaparecidos 35 mil desplazados forzados, homicidios crecientes, ejecuciones extrajudiciales masacres y fosas clandestinas.

La situación es dominada por un abanico muy diverso del sostenido negocio del crimen que va del narcotráfico a la trata y tráfico de personas, de la venta de órganos humanos, el saqueo de zonas arqueológicas, el huachicol para extraer gasolina y gas, al robo a ferrocarriles de carga y al despojo de recursos del agua, la tierra y el aire de las comunidades. Un negocio afirmado por las empresas vendedoras de armas, banqueros que lavan el dinero y trasnacionales que utilizan militares y paramilitares (del narco o sicarios de políticos) para invadir y despojar a los territorios de los pueblos con violencia.

Violencia que alcanzó a hombres y mujeres de todas las edades, que sacrifica a periodistas, defensoras de derechos humanos, luchadores sociales y población inerme de las comunidades rurales indígenas y mestizas, a los barrios urbanos, las escuelas, los centros de trabajo y las calles. Violencia que acompañan como testigos, cómplices, pero también como asesinos miembros del ejército, de la marina, de la policía federal, las estatales y municipales y muchísimos grupos de paramilitares de dentro o fuera de las instituciones, incluso muchos pagados por grupos empresariales como sucedía con las guardias blancas o “brigadas de limpieza social”.

México está convertido en un campo de terror y de guerra. La respuesta del Estado y de los poderes del dinero ha sido una ley de seguridad interior, aún no validada por la Suprema Corte de Justicia, pero aplicada en los hechos junto a las muchas leyes y nomas represivas y simulaciones de justicia con las que han pretendido ocultar tanta sevicia, negando fosas, cárceles y desapariciones, así como impidiendo la búsqueda de la verdad y la justicia.

Y de este tejido de violencia institucionalizada poco o nada se dice por el equipo de la próxima secretaria de gobernación, la de seguridad y por quienes trabajan para renovar las procuradurías.

Lo que no se dice también cuenta

La pacificación entonces: ¿romperá la cadena del plan Mérida, así tenga otro nombre, reforzando la línea de seguridad nacional que Estados Unidos ha dispuesto para su dominio geoestratégico? ¿Está por venir la fase de cumplimiento (aunque sea recortado) de la Ley de Seguridad Interior? ¿Continuarán militares y marinos en calles y caminos? ¿Habrá cambios para que no se deporte a migrantes o se ayude a que lo siga haciendo el gobierno racista de Estados unidos? ¿Seguirá la impunidad y el ocultamiento de la verdad ante desapariciones, ejecuciones y masacres de luchadores y defensores sociales? ¿Seguirá el feminicidio y el racismo como violencia normalizada por el sistema?

Si no hay justicia no habrá paz y, la violencia tendrá como rostro de una pacificación que calme, controle o reprima primero a los pobres y nunca a los criminales del poder.
Si el terror que aplican los de arriba permanece, si no se castiga a sus responsables y se arranca su raíz capitalista, patriarcal y racista, el pueblo en cualesquiera de sus expresiones organizadas tendrá que tomar la legítima decisión de protegerse, resistir y rebelarse.



septiembre 18, 2018

La cuarta transformación

La cuarta transformación 

Víctor Flores Olea 

Uno de los compromisos más difíciles de cumplir para Andrés Manuel López Obrador, como presidente de la República, es sin duda su famosa cuarta transformación, no sólo por su carácter abstracto (para un gobierno específico), sino por lo difícil que el mismo Andrés Manuel López Obrador la ha puesto, por lo alto que él mismo elevó su vara de medición: no se trata simplemente de hacer mejor las cosas, sino de hacerlas dejando a su paso una huella histórica, marcando en la historia del país un punto de referencia, algo nuevo, transformador al punto de que México sería uno y otro después de esa cuarta transformación. 

 Independencia, Reforma y Revolución: son suficientes los nombres para percibir la importancia de cada uno, el radicalismo de todos ellos que, en efecto, transformaron al país. Un cambio de ese calibre, en pleno siglo XX, seguramente no resulta fácil ni es inminente, pero como propuesta de un político resulta admirable por su propia dificultad, por la arista utópica que sugiere y por el tremendo esfuerzo que supone llevarla a cabo; no sólo en el aspecto político, sino en el intelectual; es decir, por el elemento visionario que necesariamente contiene, por el perfil irrealizable que supone. 

Leer más en La Jornada

agosto 28, 2018

La militarización nunca permitirá la paz y la reconciliación


AMLO y los militares

Andrés Manuel López Obrador dio marcha atrás: con permiso de Enrique Peña Nieto, el presidente electo acudió a las secretarías de la Defensa y de Marina para asegurarles a sus titulares que se mantendrán los “usos y costumbres” en la designación de sus sucesores, algo que había criticado durante su campaña. Y también al contrario de lo que había venido planteando con anterioridad, declaró que las Fuerzas Armadas seguirán actuando en labores de seguridad, al menos hasta que la Policía Federal sea capaz de enfrentar la violencia que azota al país.

  
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se contuvo ante los militares. Su confrontación con los altos mandos del Ejército y la Marina durante la campaña presidencial acabó en acercamiento.  

Apegado a “los usos y costumbres” del estamento militar, no sólo fue él quien los visitó en sus centros de mando, sino que designará a sus sucesores en las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina de entre los generales y almirantes que ellos le propongan. 

Entre los prospectos destacan quienes han estado en primera línea en la estrategia de “guerra al narcotráfico” que López Obrador ha criticado desde antes de ser candidato presidencial. El asesinato de civiles en Tlatlaya, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el recrudecimiento de la violencia en Guerrero y Michoacán o la desaparición forzada de personas en Tamaulipas están detrás de las hojas de servicio de los generales y almirantes del primer círculo de los altos mandos y que aspiran a ser los jefes militares en el gobierno de López Obrador. 




agosto 21, 2018

Conferencia de AMLO y EPN en Palacio Nacional

Conferencia de López Obrador y Peña Nieto en Palacio Nacional


Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador: Yo celebro el que estemos llevando a cabo esta transición institucional, con respeto y en coordinación plena. Es una transición institucional, porque surge, dimana de un proceso electoral democrático.
Se está cumpliendo el mandato de nuestro pueblo, el soberano, el que manda en México. Por eso, es una transición institucional y, también, es una transición respetuosa, porque hemos recibido el apoyo sin condición del Presidente Constitucional, Enrique Peña Nieto.

julio 28, 2018

AMLO en el Zócalo (9 de septiembre de 2012)

Luego de que el TRIFE validara la elección presidencial el 31 de agosto de 2012 y entregara a Enrique Peña Nieto la constancia de presidente electo, Andrés Manuel López Obrador candidato del Movimiento Progresista dio este discurso ante el pueblo de México para explicar que los cambios cuando se pretenden verdaderos, muchas veces son a paso lento y hay que recorrer largos caminos y extenuantes jornadas de trabajo para despertar conciencias pero sin perder nunca la esperanza y que siempre ¡Vamos pa' delante!


julio 04, 2018

Reunión entre EPN y AMLO

Se reúnen en Palacio Nacional Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador el día 03 de julio de 2018 para ir preparando la transición gubernamental.


Foto: Juan Carlos Morales

julio 03, 2018

AMLO y el poder real

Carlos Fazio
   Ayer, primero de julio, millones de mexicanos salieron a votar, y si no hubo un fraude de Estado monumental, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) será el próximo presidente de la República. De no ocurrir nada extraordinario en el periodo de transición, el primero de diciembre próximo AMLO deberá asumir el gobierno. Pero en ese lapso, y aún más allá del mediano plazo, el poder seguirá estando en manos de la clase capitalista ­trasnacional.
Es previsible, también, que a partir de este 2 de julio, el bloque de poder (la plutonomía, Citigroup dixit), incluidos sus medios hegemónicos (Televisa y Tv Azteca, de Azcárraga y Salinas Pliego, ambos megamillonarios de la lista Forbes), y sus operadores en las estructuras gubernamentales (el Congreso, el aparato judicial, etcétera), escalarán la insurgencia plutocrática buscando ampliar sus privilegios y garantizar sus intereses de clase, y para seguir potenciando la correlación de fuerzas en su favor.
Continuar leyendo en: 

julio 02, 2018

Así inició #AristeguiEnVivo el lunes 2 de julio de 2018



Mensaje #AndrésManuelPresidente desde el Zócalo



Mensaje del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto



Alfredo Jalife: Elección en México fue un tsunami electoral

El INE anuncia la victoria de AMLO



Mensaje #AndrésManuelPresidente desde la sala de prensa



junio 27, 2018

Las raíces del odio a AMLO





POR  

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- ¿Por qué un sector de la sociedad mexicana rechaza, descalifica e insulta furiosamente a Andrés Manuel López Obrador? ¿Por qué estos grupos radicales –por lo regular ubicados en la clase media y alta– sienten tanto odio y animadversión hacia él? ¿Por qué su figura despierta tanto encono, resentimiento y hasta desprecio en algunos sectores de México? 

Cierre de Campaña AMLO en el Azteca EN VIVO

México llega por fin al 1 de julio



Jenaro Villamil
La sociedad mexicana no era arisca, así la acostumbró el largo sistema priista que puede llegar a su fin este 1 de julio. 
La sospecha del fraude, las denuncias de operaciones carrusel, el reparto de tarjetas, las pérdidas de boletas, las instrucciones a funcionarios estatales, el pasmo del Instituto Nacional Electoral (INE) que anuncia un PREP más lento que hace 12 años, las balandronadas de los voceros de José Antonio Meade y la certeza de que ninguna cleptocracia deja el poder de manera fácil, son los ingredientes de una tensión previa a los comicios del próximo domingo.
Leer artículo completo en: PROCESO

junio 15, 2018

Algo enseña la historia


A dos semanas de las elecciones presidenciales, todos los indicios públicos disponibles auguran el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Y también van en ese sentido algunos indicios de carácter privado: muchos connotados pripanistas muestran un aire de resignación ante ese hecho que consideran inevitable. Algunos de éstos incluso señalan que en Los Pinos priva notoriamente esa misma atmósfera de resignación.

Leer más:


Ayuda a defender el voto como representante de MORENA en la casilla



junio 07, 2018

Elecciones 2018: la sombra del magnicidio

Elecciones 2018: la sombra del magnicidio


A 24 años del magnicidio de Colosio, las campañas sucias en este proceso electoral posicionan la idea de un crimen de ese perfil. Si la víctima fuera López Obrador se desataría un estallido social; si fueran Meade, Anaya o el Bronco se moverían un poco las preferencias, consideran expertos. Un atentado así estaría apoyado por las élites económicas y políticas de México y Estados Unidos.

Leer completo en Red Voltaire 


mayo 24, 2018

¿Ya viste el documental Esto Soy?

Frente a la disyuntiva en el 2018, entre la continuidad del régimen o la transformación de México Andrés Manuel López Obrador se define:

 ESTO SOY (Documental completo)



mayo 05, 2018

Carta de intelectuales y líderes al Congreso de los EEUU sobre elecciones en México



Miembros de la academia y líderes civiles de los Estados Unidos hacen un llamado al Congreso para asegurar neutralidad y respeto por las normas democráticas en las elecciones mexicanas | Carta

 


03 de mayo de 2018



Estimados miembros del Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos,
 
El 1ro de julio en México tendrán lugar las elecciones para presidencia, representantes del Senado y de la Cámara de Diputados, así como miles de funcionarias y funcionarios locales. Como miembros de la academia y representantes de organizaciones de la sociedad civil con enfoque en México, nos preocupan los fuertes desafíos que se presentan en estas elecciones. Asimismo, en vista de las recientes declaraciones de la actual administración y tomando en cuenta los antecedentes del gobierno estadounidense en lo que respecta a apoyar la democracia en México y otros países de este hemisferio nos preocupa que el papel de éste resulte contraproducente.
 
Es importante que México, uno de los aliados y socio comerciales más cercanos de Estados Unidos, sostenga una democracia real, en la que la ciudadanía pueda hacer libre ejercicio de su derecho al voto, sin restricción alguna o intervenciones extranjeras. Es por esto que, de la manera más respetuosa lo instamos a usted y a sus colegas del congreso a hacer todo lo que esté en su poder para asegurarse que la política del gobierno de los Estados Unidos en relación con las elecciones en México sea neutral y con fundamento en las normas básicas de democracia.
 
En México se han documentado fuertes irregularidades electorales, tales como compra del voto y manipulación de los resultados. Las elecciones presidenciales de 1988 y de 2006 fueron denunciadas como fraudulentas tanto por el partido político de oposición como por grupos independientes de la sociedad civil. La legitimidad de las elecciones presidenciales más recientes, las de 2012, también ha sido puesta en tela de juicio debido al uso de financiamiento ilegal, una vasta estrategia de compra de votos y la falta de autonomía de las instituciones electorales así como de la mayor parte de las cadenas televisivas.
 
De igual manera, las recientes elecciones locales de 2017 en el Estado de México y en Coahuila son ejemplos de que las prácticas fraudulentas representan aún un grave problema. En ambos procesos electorales, se han hecho denuncias fiables con respecto del uso ilegal de fondos públicos y privados en las campañas de los candidatos electos –ambos de los cuales pertenecen al partido actualmente en el ejecutivo federal–, hay también muchos reportes de compra del voto, de actos de intimidación en contra de las campañas de oposición, y dudas generalizadas en relación con la legitimidad del conteo de votos.
 
Aunado a lo anterior, nos preocupan ciertos acontecimientos recientes que resultan en el menoscabo de libertades fundamentales, como los derechos de libre asociación, de libertad de expresión y de manifestación pública; los cuales son necesarios sin excepción para garantizar un proceso electoral legítimo. Entre otras cosas, se ha reportado que el gobierno mexicano participó en operaciones de espionaje a activistas de la oposición a través del software Pegasus, y encubrió la participación de agentes de seguridad pública en la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, en 2014. Recientemente el gobierno aprobó la Ley de Seguridad Interior la cual da a las fuerzas armadas mayor capacidad de vigilancia, lo cual provoca miedo en la población ante la posibilidad del uso de estas fuerzas para reprimir protestas políticas y sociales legítimas.
 
Al mismo tiempo, hay una creciente sensación de descontento en México por los elevados niveles de corrupción y violencia. El año pasado, cuatro ex-gobernadores fueron arrestados con cargos de corrupción. México está entre los países con más bajos resultados en el Índice de Transparencia Internacional, en donde el 61% de los votos afirman que la corrupción ha incrementado. También se reportan más crímenes violentos, siendo que el 2017 es el año con mayor número de homicidios. Y, como en el caso de los 43 desaparecidas de Ayotzinapa, las denuncias respecto del involucramiento de agentes de seguridad pública en desapariciones y homicidios rara vez son investigadas.
 
Tanto los conflictos antes mencionados como otros tanto que actualmente asolan México únicamente pueden ser resueltos por el pueblo mexicano. Sin embargo, para que puedan solucionarlos colectivamente y de manera efectiva necesitan establecer instituciones así como funcionarias y funcionarios confiables. Para lo cual es indispensables que las elecciones sean legítimas.
 
Bajo este contexto, es imperativo que el gobierno de los Estados Unidos apoye a que éste sea un proceso electoral democrático y justo, evitando declaraciones prematuras o acciones que pudieran legitimar resultados electorales en disputa por acciones fraudulentas.
 
Desafortunadamente, en múltiples ocasiones las administraciones estadounidenses han adoptado posturas de escasa utilidad en relación con los procesos electorales en México y en otros países de la región.
 
En las elecciones de Honduras del año pasado, el gobierno estadounidense no tardó en reconocer y apoyar resultados electorales que levantaban serias sospechas, tanto en Honduras como a nivel internacional. Los mismo ocurrió en México después de las elecciones presidenciales de 1988 y 2006. Dichas posturas incentivan a ciertos actores políticos a continuar con acciones fraudulentas y a sostener prácticas electorales ilegítimas. Este escenario no debería repetirse en el próximo proceso electoral en México.
 
Con base en todo lo anterior, les instamos a usted y a sus colegas a hacer todo lo posible para garantizar que los Estados Unidos respalde la democracia mexicana apoyando una transición de poder pacífica y condenando públicamente cualquier irregularidad electoral o violaciones de derechos humanos promoviendo así que se lleven a cabo prácticas electorales justas y legales. El gobierno de los Estados Unidos debe sostener el máximo respeto por la soberanía nacional mexicana y el voto popular, además de expresar su compromiso por establecer una relación sólida con cualquier nueva administración mexicana.
 
También le alentamos a seguir de cerca la selección del próximo embajador de los Estados Unidos en México, después de que la actual embajadora Roberta Jacobson salga del puesto el 1ro de mayo, a fin de garantizar que quien ocupe el puesto tenga la experiencia necesaria y las habilidades diplomáticas para equilibrar la compleja y crítica relación bilateral entre ambos países.
 
En las próximas elecciones habrán muchos observadores y observadoras electorales mexicanas e internacionales, incluyendo a muchas de las personas firmantes de esta carta, en campo en México proporcionando informes independientes y una evaluación de las elecciones. Le mantendremos informado/a sobre estos esfuerzos de monitoreo, y esperamos poder compartirle las observaciones efectuadas antes, durante y después de la jornada del 1 de julio.




Sinceramente,

* Afiliación únicamente con fines de identificación

Guadalupe Correa-Cabrera, Associate Professor, Schar School of Policy and Government, George Mason University

Laura Carlsen, Director, Americas Program, Center for International Policy

Christy Thornton, Assistant Professor, Johns Hopkins University

Tony Payan, Fellow and Director, Baker Institute Mexico Center, Rice University

Gilbert Joseph, Farnam Professor of History and International Studies, Yale University

Mary Kay Vaughan, Professor Emerita, University of Maryland, College Park

Horacio Larreguy Arbesu, Associate Professor of Government, Harvard University

Jonathan Fox, Professor, American University

Robert A. Blecker, Professor of Economics, American University

Maureen Meyer, Director for Mexico and Migrant Rights, Washington Office on Latin America (WOLA)

Vanessa Freije, Assistant Professor, University of Washington

Ted Lewis, Human Rights Director, Global Exchange

Manuel Pérez-Rocha, Associate Fellow, Institute for Policy Studies 

Karin Alejandra Rosemblatt, Associate Professor of History, University of Maryland

Alexander Aviña, Associate Professor of History, School of Historical, Philosophical and

Religious Studies, Arizona State University

David Shirk, Associate Professor of Political Science, University of San Diego

Lisa VeneKlasen, Executive Director , JASS (Just Associates)

Salih Booker, Executive Director, Center for International Policy (CIP)

Margaret Chowning, Professor of History, University of California Berkeley

José Antonio Lucero, Associate Professor of International Studies, University of Washington

Christopher Boyer, Professor, University of Illinois – Chicago

Renata Keller, Assistant Professor, University of Nevada, Reno

John Lindsay-Poland, Coordinator, Project to Stop US Arms to Mexico

Vicki Gass, Senior Policy Advisor for Central America & Mexico, Oxfam

Stephen Morris, Professor, Dept of Political Science and International Relations, Middle

Tennessee State University

Paul Gillingham, Director of Latin American and Caribbean Studies, Associate Professor of History, Northwestern University

Kevin P. Gallagher, Director, Global Development Policy Center, Boston University, USA

Louise Walker, Associate Professor of History, Northeastern University

John M. Ackerman, Law Professor, National Autonomous University of Mexico (UNAM)

James Cohen, Professor, North American Studies, University of Paris 3-Sorbonne Nouvelle

Alexander Main, Senior Associate for International Policy, Center for Economic and Policy

Research

Jocelyn Olcott, Associate Professor of History, Duke University

Tanalís Padilla, Associate Professor, Massachusetts Institute of Technology

Daniella Burgi-Palomino, Senior Associate, Latin America Working Group

William I. Robinson, Professor of Sociology and Global and International Studies, University of California-Santa Barbara

Greg Grandin, Professor of History, New York University

Yolanda Zorayda Avila Toledo, Leadership and Capacity Building Manager, Alianza Americas

Mark Weisbrot, Co-Director, Center for Economic and Policy Research

Geoff Thale, Vice President for Programs, Washington Office on Latin America (WOLA)

David Montejano, Professor Emeritus of Comparative Ethnic Studies, University of California at Berkeley

Carla Garcia Zendejas, Director People, Land and Resources Program, Center for International Environmental Law (CIEL)

Dan La Botz, Murphy Institute, City University of New York

Casey Marina Lurtz, Assistant Professor of History, Johns Hopkins University

Ericka Beckman, Associate Professor of Romance Languages, University of Pennsylvania

James E. Sanders, Professor of History, Utah State University

Barbara Weinstein, Professor of History, New York University

Raymond Craib, Professor of History and Director, Latin American Studies Program, Cornell University

Amy Offner, Assistant Professor of History, University of Pennsylvania

Luis Herran Avila, Visiting Assistant Professor of History, Carleton College

Laura G. Gutiérrez, Associate Professor of Mexican American and Latina/o Studies, The

University of Texas at Austin

Ginapaolo Baiocchi, Associate Professor and Director, Urban Democracy Lab, New York University

Pamela Voekel, Associate Professor of History, Dartmouth College

Sinclair Thomson, Associate Professor of History, New York University

Matthew Vitz, Assistant Professor of History, University of California, San Diego

Susan Gauss, Associate Professor, Latin American and Iberian Studies, University of Massachusetts, Boston

Alejandro Velasco, Associate Professor, Gallatin School, New York University

Robert A. Karl, Assistant Professor of History, Princeton University

María Josefina Saldaña-Portillo, Professor of Social & Cultural Analysis, New York University

Gerardo Renique, Associate Professor, City College of New York

Adam Goodman, Assistant Professor of History, University of Illinois at Chicago

Aurelia Gómez Unamuno, Assistant Professor of Spanish, Haverford College

George Ciccariello-Maher, Visiting Scholar, Hemispheric Institute of Performance and Politics

Bruce Ackerman, Sterling Professor of Law and Political Science, Yale University

Judith Aissen, Professor Emerita of Linguistics, UC Santa Cruz

Miguel Tinker Salas, Professor, Pomona College

Benjamin H. Johnson, Associate Professor, Loyola University Chicago

Susan Rose-Ackerman, Professor of Law and Political Science, Yale University

Gareth Williams, Professor, University of Michigan

Victor Silverman, Professor, Pomona College

Guadalupe Bacio, Assistant Professor, Pomona College

Gilda Ochoa, Professor of Chicana/o-Latina/o Studies, Pomona College

Guillermo Delgado-P., Anthropologist, Univ of California Santa Cruz

James M. Cypher, Professor of Economics, Universidad Autónoma de Zacatecas and California State University (Emeritus)

Ivonne del Valle, Associate Professor, U.C. Berkeley

Bradley Levinson, Professor of Education, Indiana University

Domenico Romero, Adjunct Assistant Professor, Queens College, City University of New York

Kirsten Weld, John L. Loeb Associate Professor of the Social Sciences, Harvard University

Rodrigo Aguilar Benignos, CEO, Wiljan Consulting LLC

Susanne Jonas, Retired, University of California, Santa Cruz

Noam Chomsky, Professor (emeritus) MIT, Laureate Professor U. of Arizona, U. of Arizona

Veronica Montes, Assistant Professor, Bryn Mawr College

Lorrin Thomas, Professor, Rutgers University

Alexander Dawson, Associate Professor of History, SUNY Albany

Patricia Escamilla Hamm, Associate Professor, Independent Scholar/formerly at William J Perry Center for Hemispheric Defense Studies, National Defense University

Valentina Melgar Bermúdez, Coordinadora de Proyectos, Administración General del proyecto "Observación en campo de la Red Universitaria y Ciudadana por la Democracia en el marco de la jornada electoral de 2018", Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP. A.C.

Carolyn Gallaher, Associate Professor, American University

Yann P. Kerevel, Assistant Professor of Political Science, Louisiana State University

Xóchitl Bada, Associate Professor of Latin American and Latino Studies, University of Illinois at Chicago

Neil Harvey, Professor, New Mexico State University

Dana Frank, Professor of History, University of California, Santa Cruz

Norma Klahn, Professor of Latin American Literary and Cultural Studies, U of CA, Santa Cruz

Armando Navarro, Professor Emeritus, University of California, Riverside

Nora Haenn, Associate Professor, North Carolina State University

Maria Anna Gonzales, Retired Public Policy Researcher, University of California, Riverside

Enrique C. Ochoa, Professor of Latin American Studies and History, California State University, Los Angeles

Estelle Tarica, Associate Professor, University of California, Berkeley

Suyapa Portillo, Assistant Professor, Pitzer College

Fernando Herrera Calderón, Associate Professor of History, University of Northern Iowa

Janice Gallagher, Assistant Professor, Department of Political Science, Rutgers University-Newark

Karen Hansen-Kuhn, Director of Trade and Global Governance, Institute for Agriculture and Trade Policy

Francisco Lara-Valencia, Associate Professor, Arizona State University

Corinna Zeltsman. Assistant Professor of History, Georgia Southern University

Heather Vrana, Assistant Professor of History, University of Florida

Ana Claudia Zubieta, Program Director, The Ohio State University

Chris Tilly, Professor of Urban Planning and Sociology, UCLA

Gladys McCormick, Associate Professor, History, Syracuse University

María L. Olin Muñoz, Associate Professor of History, Susquehanna University

Maria Rosa Garcia, Professor, CSUN

Rachel Nolan, Doctoral Candidate, New York University

Claudia Lucero, Executive Director, Chicago Religious Leadership Network on Latin America – CRLN

James Chaney, Professor, Middle Tennessee State University

Diana Schwartz Francisco, Andrew W. Mellon Postdoctoral Fellow in Latin American Studies, Wesleyan University

María José Zubieta, Professor, New York University

Stephen Allen, Assistant Professor, California State University, Bakersfield