Editorial
El Estado de la Barbarie
Noroeste/Redacción
18-11-2008
Homicidios, "levantones", asaltos a bancos y robo de autos a destajo, secuestros, incluso de menores de edad, jornaleros agrícolas y comunicadores, y ahora el ataque con granadas a las instalaciones del periódico El Debate delinean la verdadera y triste realidad del Estado de Sinaloa, no la que pretende mostrar Jesús Aguilar Padilla en su Cuarto Informe de Gobierno.
Los reprobables atentados recientes a la libertad de expresión, con las granadas detonadas en el diario local, así como con la privación ilegal de la libertad del periodista deportivo Nelson Amparán, son muestra de la grave inseguridad que sufren los sinaloenses en la entidad.
La administración de Jesús Aguilar Padilla será recordada como aquella con la que Sinaloa retrocede al Estado de Barbarie, en el que la vida institucional es inexistente, porque la violencia ha sido promovida a su máxima expresión desde el poder mismo a través del autoritarismo, el abuso y el ejercicio patrimonial del poder, la violación a la ley, la corrupción y la alianza con el crimen organizado, específicamente el narcotráfico, por lo que el sello distintivo de este sexenio son la violencia y la narcopolítica. Leer más en Noroeste
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