Las alianzas
Luis Javier Garrido
Las alianzas electorales que el gobierno calderonista busca imponerle al PRD no tienen más objetivo que fortalecer en México un sistema autocrático, en el que las fuerzas populares no puedan tener ya una alternativa electoral en 2012.
1. La preocupación fundamental de Felipe Calderón y de los grupos panistas-yunquistas al iniciarse la segunda mitad del sexenio no es tratar de sacar al país de la gravísima crisis a la que lo han llevado por sus políticas antinacionales y antipopulares aunadas a su ineptitud y corrupción, lo que no les importa, sino fraguar cómo mantenerse en Los Pinos en 2012 para seguir haciendo negocios, y un sector de empresarios y algunas trasnacionales vinculadas al PP español los están persuadiendo de que aún pueden lograrlo, aun prescindiendo del PRI, su aliado estratégico y sin el que no hubieran podido mantenerse en el gobierno.
2. La renuncia de Fernando Gómez Mont al PAN el 10 de febrero fue un signo de que el matrimonio de conveniencia entre PRI y PAN está enfrentando una crisis con vistas a 2012 por la pretensión del tricolor, aliado a Televisa, de imponer al mexiquense Enrique Peña Nieto, lo que ya se había advertido semanas atrás cuando Carlos Salinas de Gortari destapó como posible candidato priísta a Fidel Herrera, eventual candidato para perder en ese 2012, y abrió un espacio para la negociación entre los integrantes de la mafia en el poder.
3. Lo que no puede esperar para la derecha mexicana es el escenario nacional cada vez más crítico y el riesgo que ello entraña para las presidenciales. De ahí las alianzas electorales que están urdiendo con el grupo de los chuchos, sus incondicionales del PRD, y que no están destinadas a ganar gubernaturas en 2010, sino a sentar las bases para cerrarle el camino a Andrés Manuel López Obrador en 2012, impidiendo que haya una candidatura de oposición. La pretensión de Calderón de apoderarse del PT es ya un anuncio de esa estrategia.
4. Habría que recordar ante este intento de manipular a la ciudadanía que las alianzas de partidos afines para presentar candidatos al Congreso constituyen un mecanismo de los regímenes parlamentarios en los que gobierna la mayoría legislativa, nunca de los presidenciales, donde el Legislativo debe ser un contrapeso al Ejecutivo. La alianza de partidos, que oficialmente son contrarios en todo como en el caso del PAN y el PRD, busca confundir a los electores para que asuman que no hay grandes diferencias programáticas entre ambas formaciones políticas y avalen las políticas de la minoría oligárquica que está depredando al país y que es contraria a los intereses populares, y de paso convalide al PAN golpista como un partido al igual que cualquiera. →→Sigue leyendo
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