02-02-2010
Se pregunta un informe de Naciones Unidas sobre las detenciones secretas
“¿Dónde están los prisioneros fantasma de la CIA?”
Andy Worthington
Truthout
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Un nuevo e importante informe sobre las políticas de detenciones secretas en todo el mundo, realizado por cuatro expertos en derechos humanos independientes de Naciones Unidas, concluye que: “A escala global, las detenciones secretas en relación con las políticas de contraterrorismo siguen siendo un grave problema”, y “si se recurre a ellas de forma sistemática y extendida, las detenciones secretas pueden alcanzar el umbral del crimen contra la humanidad”.
El informe, de 226 páginas, publicado el pasado miércoles como avance de una versión inédita, es la culminación de un estudio conjunto, que ha durado un año, del Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o castigos degradantes, crueles e inhumanos, del Relator Especial para la promoción y protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales a la hora de contrarrestar el terrorismo, del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias y del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzosas o Involuntarias. Se presentará el próximo mes de marzo en el Consejo para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.
En la introducción, los expertos de Naciones Unidas establecen que:
“Se mantiene a una persona en detención secreta si las autoridades del Estado actúan en virtud de su capacidad oficial, o determinadas personas actúan bajo las órdenes de las mismas, con autorización, consentimiento, apoyo o aquiescencia del Estado, o en cualquier otra situación en que la acción u omisión de la persona que lleva a cabo la acción de detener es atribuible al Estado y priva a otra persona/s de su libertad; cuando a esa persona no se le permite contacto alguno con el mundo exterior (“detención incomunicada”); y cuando el que detiene o cualquier otra autoridad competente niega, rechaza confirmar o desmentir, u oculta de forma activa, el hecho de que se ha privado a una persona de su libertad, que se la ha escondido del mundo exterior, por ejemplo, ante su familia, abogados independientes u organizaciones no gubernamentales, o cuando se niegan a proporcionar, u ocultan de forma activa, información sobre el destino o paradero del detenido/a”.
Después de repasar el origen histórico de las detenciones secretas –en un contexto legal y a través de numerosos ejemplos del siglo XX-, el informe se centra fundamentalmente en las detenciones secretas de los últimos nueve años, proporcionando un detallado relato de las políticas de EEUU tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y haciendo también un repaso de las prácticas de detenciones secretas llevadas a cabo en otros 25 países, entre los que figuran Argelia, China, Egipto, India, Iraq, Irán, Israel, Libia, Pakistán, Rusia, Arabia Saudí, Sri Lanka, Sudán, Siria, Uganda y Zimbabwe.
Esas secciones contienen valiosos resúmenes, que explican cómo, en muchos casos, se utiliza el terrorismo como tapadera de políticas de detención secreta de naturaleza política. Sin embargo, el corazón del informe lo constituye un análisis detallado de las políticas de la “guerra contra el terror” de la administración Bush. →→Leer más
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