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abril 16, 2010

El proyecto

El proyecto

Luis Javier Garrido

El desastre nacional se ha agravado en este cuarto año del gobierno de facto de Felipe Calderón al carecer de un proyecto para México y querer utilizar la aplicación de los programas neoliberales, exigida desde el exterior, y la supuesta “guerra contra el narco”, que le impuso Washington, como moneda de cambio para perpetuarse en 2012.

1. La obsesión del clan calderonista por 2012, año de elección presidencial, se ha convertido en el eje de las acciones de un gobierno cuyo titular debió haber sido removido del cargo por sus actos contra México y que permanece en él por la complicidad del PRI y de otras supuestas fuerzas de oposición, que han tolerado que las acciones del gobierno panista respondan únicamente a las exigencias de Washington, que no han cambiado mucho en los últimos tiempos.


2. El gobierno demócrata de Barack H. Obama no tiene otro proyecto para México que el mismo de su predecesor republicano George W. Bush, que supone intervenir de manera cada vez más directa en nuestro país, con pretexto de la seguridad interna de Estados Unidos, controlando la frontera, las costas, las aduanas y nuestro espacio aéreo y marítimo, y para ello a las fuerzas de seguridad mexicana, sin olvidar el objetivo fundamental: el petróleo y los recursos estratégicos del país, todo lo cual le ha ido siendo garantizado por la administración de Calderón, haciéndolo posible con su supuesta guerra contra el narcotráfico.


3. Acción Nacional, que no tuvo nunca otro proyecto para el país que no fuera echar abajo la separación Estado-Iglesia alcanzada en el siglo XIX y las reformas sociales que se instauraron en los años de Lázaro Cárdenas (1934-1940), desde el reparto de la tierra y las conquistas laborales hasta la expropiación del petróleo, se ha ido de bruces ante los programas neoliberales que conducen el desmantelamiento de los estados nacionales, y ha aceptado las pretensiones de Washington. Calderón, ante su falta de legitimidad, se entregó a los gobiernos estadunidenses, sea cual fuere su signo, aunque sus preferencias por los republicanos, que financiaron al PAN en el pasado, no las escondiera al hacer abierta campaña por McCain en 2008, y ahora doblegado por completo ante Washington y sin una política propia, utilizando como pretexto esa desquiciada “guerra contra el narco” para crear un clima de miedo que le permita seguir gobernando después de 2012.
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