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enero 22, 2010

Greg, el candidato de Dios

Desfiladero

Greg, el candidato de Dios

Jaime Avilés

Ahora que, gracias a la santa alianza PRI-PAN, en 17 estados de la República las impías mujeres pueden hacerse acreedoras a severas penas corporales si cometen el delito de abortar, que además se castiga también en el infierno; ahora que el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, en nombre de la Iglesia católica, apostólica y romana, ha proclamado la supremacía de las leyes divinas sobre la Constitución de nuestra descosida República; ahora, en suma, que lo de hoy es el conservadurismo a todo tren, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no se podía quedar tan atrás.

El pasado martes destapó como candidato al gobierno de Quintana Roo a un fanático religioso llamado Gregorio Sánchez Martínez, o simplemente Greg, un chiapaneco que hace 14 años emigró al estado que ahora pretende gobernar, y que funge en la actualidad como presidente del municipio de Benito Juárez, donde se asienta Cancún. Que un predicador evangélico sea jefe de un ayuntamiento que lleva el nombre del fundador del Estado laico mexicano es la menor de las paradojas de esta historia.


Greg está a tono con el nuevo signo de los tiempos. No hace mucho, durante una entrevista de prensa, un reportero le dijo: Hablas demasiado de Dios. ¿No es muy delicado mezclar a Dios y la política? Greg respondió: Habría que preguntarle a toda la ciudadanía si cree que existe Dios. Yo te aseguro que 99.9 por ciento te va a contestar que sí. Pero a Dios se le va a ver en las iglesias..., replicó el periodista. Greg lo sacó de su error: Si Dios está en todos lados, si Dios es un espíritu supremo que habita en el corazón de los humanos y está en todos lados, yo no sé quién va a ver a Dios en las iglesias. A Dios lo sientes y lo tienes en cualquier lado.


Pero la fe está divorciada del cargo público, insistió el reportero. Greg lo refutó, categórico: “No, ¿por qué? Antes que ser funcionario soy individuo, y como individuo puedo creer en lo que quiera. Ahora, la ley se contradice. ¿Qué dice el Himno Nacional cuando dice ‘con el dedo de Dios se escribió’? ¡Y es lo más grande que tenemos los seres humanos, el Himno Nacional! Es una contradicción que se diga que están divorciadas las instituciones de Dios, cuando (en) el canto más sagrado que tenemos los mexicanos todos los días lo invocamos”.


Imbatible, el periodista volvió a la carga. La Constitución no permite a los ministros de culto participar en la política. Greg escurrió el bulto: Yo no soy un ministro de culto, no soy religioso, tengo fe. Pero mezclar a Dios en los asuntos públicos... Yo no mezclo a Dios en asuntos públicos. ¿No lo mezclas en las campañas? Por supuesto que no, a Dios se le lleva en el alma y manifestar abiertamente tu fe. Yo no tengo miedo, hay muchos políticos que tienen fe y tienen miedo de decir que tienen fe. ¿Dónde dice que está prohibido mencionar a Dios? Algún día los gobernantes de este país van a tener que jurar sobre la Biblia. (El Periódico de Quintana Roo, 14/12/09, entrevista de Gerardo García S.)
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