La democracia formal siempre ha sido una farsa, pero la directa sólo funciona en pequeño
1. La corriente de López Obrador y el PRD han iniciado una campaña para impulsar una consulta ciudadana con el fin de evitar la privatización del petróleo, consulta que se iniciará en las Ciudad de México. Pero el presidente ilegítimo Calderón, los panistas, los empresarios, han respondido que ninguna consulta es contemplada en la Constitución, que los legisladores representan al pueblo y son los únicos que pueden resolver al respecto. “La consulta ciudadana es una figura específica que no existe en la Constitución. Tenemos que llevar a cabo la discusión y procesar los temas del Legislativo conforme a las leyes vigentes” (Mouriño, secretario de Gobernación). “El PRD pretende “descarrilar” la reforma energética propuesta por el presidente Felipe Calderón. Además, no vamos a permitir que se eche a perder una reforma tan necesaria. No estamos de acuerdo en seguir con este engaño, cuyo trasfondo es alargar, dilatar, de tal manera de descarrilar la reforma energética” (Creel, jefe de senadores panistas)
2. Sin embargo la Constitución del país sí contempla la consulta en su artículo 26, tercer párrafo, al decir: “La ley facultará al Ejecutivo para que establezca los procedimientos de participación y consulta popular en el sistema nacional de planeación democrática y los criterios para la formulación, instrumentación, control y evaluación del plan y los programas de desarrollo”. La realidad es que no se cómo se interprete el párrafo porque para mí estos asuntos de gran trascendencia nunca serán problemas legales que deban basarse en una Constitución burguesa que, por ese hecho, restringe la democracia directa y popular para darle a la institución todo el poder. Los panistas parecen tener la razón desde el punto de vista formal dado que los legisladores son los “representantes electos por el pueblo” a pesar de que en los hechos reales el pueblo no los conozca. ¿Quién los eligió entonces? Sus partidos, los grupos dominantes de ese partido y todo el proceso de corrupción y de acomodos imperante en cada partido.
3. Lo que al parecer está en el fondo de la cuestión es el problema de la democracia y la interpretación que se tiene de ella. Existen los nombres de democracia representativa, democracia directa, popular, cristiana, social, autogestiva; pero en la realidad sólo se ha conocido, y ha dominado en el mundo, la democracia formal o representativa. Incluso a países con regímenes militares, imperiales, abiertamente empresariales, despóticos, se les reconoce que son gobiernos o “repúblicas democráticas”. No debe olvidarse que la democracia es hija del liberalismo burgués que derrotó al absolutismo; por ese hecho fue revolucionaria en su tiempo, pero luego se convirtió en un instrumento reelaborado por las clases poderosas para legitimar su dominio. Aunque sus raíces etimológicas signifiquen “gobierno del pueblo”, la democracia siempre ha sido usada por una minoría de políticos y empresarios, mismos que se han considerado superiores, que están por encima de cualquier trabajador. La democracia, desde su nacimiento, ha sido instrumento de las minorías. Sigue leyendo
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