Pedro Echeverría V.
1. La campaña de Javier Sicilia contra la delincuencia y por la paz parece centrarse contra los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) así como contra los partidos políticos. No ha dicho nada contra los empresarios, los yanquis en el país y la alta jerarquía eclesiástica. Es probable que llame a no votar porque “la política” corrupta parece ser su enemiga principal. Marcos, el dirigente del EZLN probablemente reitere su llamado a no votar porque la política ha sido sólo un instrumento de las clases poderosas que han hecho de México un país de grandes ricos, por un lado y de más del 60 por ciento de la población en miserables, por otro. La abstención electoral en México es de aproximadamente el 60 por ciento de los electores; así que, de entrada, México ha sido gobernado por políticos y partidos que gobiernan de manera ilegítima.
2. López Obrador –el único personaje honesto y valiente que aún confía en la política electoral- también puede retirarse de los comicios presidenciales de julio de 2012 si observa que no tiene posibilidad alguna de ganar. Después del “Golpe de Estado” que sufrió en las elecciones de 2006, del silenciamiento que ha sufrido durante seis años y de la derrota que le asestaron a Encinas en el Estado de México, se vislumbra que todo está totalmente preparado para destruirlo; mucho más cuando Ebrard –que sólo debe renunciar su precandidatura en apoyo a AMLO- insiste en ser candidato del PRD con el apoyo de Calderón. Si en enero de 2012 todas las maniobras y las encuestas lo colocan en segundo lugar o tercero, debe perder cualquier esperanza electoral y buscar otro camino. No se puede estar jugando con el electorado, menos con el pueblo.
3. Después de las tres candidaturas de Cárdenas y dos de AMLO no se puede repetir aquella experiencia del pobre y locuaz don Nicolás Zúñiga y Miranda que fue el eterno candidato de la burla de los porfiristas. Por eso López Obrador debe poseer un “Plan B” para ponerlo en práctica en caso de no estar completamente seguro de ganar. Si resulta candidato del PRD, además de Morena, PT y Convergencia (o como se llame) menos mal, pero si Ebrard es designado, ya puede desde entonces aplicar medidas parecidas a las que llevó en práctica Madero en 1910. Si AMLO es derrotado y se dedica a lloriquear como durante casi un siglo lo ha hecho la llamada izquierda en el sentido de que “nos hicieron trampas”, “dilapidaron presupuesto”, “intervinieron los narcos”, “otra vez nos despojaron”, no tendría vergüenza y debería ser arrojado al basurero.
4. López Obrador debe obtener la Presidencia para experimentar lo que puede hacer a pesar de estar amarrada por la clase política, la empresarial y los agentes yanquis que llenan la embajada, consulados y demás instituciones; tener 10 diputados y cinco senadores más, es una simple bobería oportunista, dado que está demostrado hasta la saciedad que sólo sirven para hacer el ridículo, cobrar sus despampanantes salarios y gozar de mil privilegios personales más. Los socialdemócratas Miterrand, Allende, Lula, Ollanta, fueron candidatos presidenciales varias veces en sus países, pero no se puede decir que al llegar a la Presidencia la hayan cimentado en beneficio de los trabajadores. Tanto en Francia, como en Chile, Brasil y Perú, el capitalismo sigue tan fuerte que pareciera que fue engrasado y renovado. ¿Se tocó al capitalismo en el DF?
5. Nunca he llamado a votar, ni he votado, tampoco he llamado al voto nulo o a no votar; simplemente no me interesa porque pienso que el voto ha sido siempre, es decir, desde que existe, el instrumento más seguro para dar continuidad al poder de la burguesía. Estoy observando con mucha preocupación lo sucedido en Venezuela gobernada por Chávez, el campeón del antiimperialismo; veo con preocupación lo que sucede en Bolivia, el primer presidente indio de izquierda; conozco lo que ha sucedido en Ecuador con los cambios hacia la derecha de Correa. Si en Cuba, donde en 1959 los revolucionarios fidelistas tomaron el gobierno y el poder usando la vía armada sin poder construir el socialismo, mucho menos donde los procesos electorales y los gobiernos están totalmente supeditados a leyes y normas capitalista que impiden cualquier cambio.
6. Por eso es muy elemental, y hasta oportunistas, llamar simplemente a votar porque esa acción sólo ha servido a los intereses del capital. O, ¿existe acaso un ejemplo que no fuera hablar y hablar sin que nadie haga caso, que demuestre lo contrario? Pero también llamar simplemente a no votar o votar nulo, si no se proponen acciones concretas, reales alternativas que hagan que las masas cambien de pensamiento. Este problema debería ser motivo de análisis profundo y honesto. Si antes de los años noventa ante el monopolio priísta no existía motivo alguno para votar; hoy ante el monopolio de la clase política y empresarial, mucho menos. Ahora ya no se trata de un partido, sino de toda una clase social poderosísima que controla y domina todo. La alternativa real es la lucha de masas, las batallas en las calles, las caravanas; pero aún resultan difíciles.
7. La “Otra Campaña” le funcionó a medias a Marcos porque hizo crecer su movimiento en varios estados de la República, pero su limitación fue evidente en otras entidades donde decreció o desapareció el zapatismo; sin embargo perjudicó en parte a López Obrador que estaba en su momento y que fue despojado. Si la socialdemocracia y la izquierda quieren lograr algunos avances importantes frente a la clase política y empresarial, tienen la obligación de encontrarse para analizar y discutir la problemática. ¿Cómo romper el bloque hegemónico: clase política, clase empresarial, PRI, PAN, imperio y alto clero para instaurar espacios amplios para el desarrollo de la política social, de izquierda y antimperialista? Ya estoy hasta la madre de lloriqueos, pretextos y penosas versiones para justificar o explicar derrotas por miedo a batallar en serio.
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