Antonio Díaz Piña
Se puede decir que optativo u opcional, es aquello que no resulta obligatorio, o que puede ser cumplido voluntariamente; en consecuencia, una “ley” que no es obligatoria, no es tal.
Por lo tanto, una Constitución Optativa es una simulación de corte monárquico, ajena a una República Democrática, porque esta se rige por una Constitución normativa, obligatoria. Cuando la clase gobernante decide si cumple o incumple las normas constitucionales: cuando, como y en que forma y medida, lo que existe es una monarquía o una dictadura, pero no una República.
De un tiempo para acá, sin el menor recato, quienes ocupan el poder público en México realizan todo tipo de actos por fuera y aun en contra de nuestra Constitución Política, sin el mínimo respeto para nuestro Estado de Derecho y para el Pueblo Mexicano, y sin una mínima pizca de temor por las consecuencias jurídicas que deberían castigar ejemplarmente sus acciones anticonstitucionales. Vivimos sometidos bajo el imperio de la impunidad.
Cuando se desprecia o se contraviene a nuestra Constitución Política, debemos entender que a quien se ultraja, no es a un texto o a un simple documento, porque a quien se violenta y se agrede es al Pueblo de México, constituido voluntariamente mediante esas normas "fundamentales".
Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, nació por la fuerza de la razón y de las armas, no fue de ninguna forma una dádiva graciosa de algún gobernante filantrópico, y se gestó como instrumento jurídico con fuerza normativa, obligatoria. Entonces habitaban nuestro suelo Mexicanos de primera, en todos sentidos: dignos y amantes de lo que Dios nos regaló: nuestra hermosa Patria, ellos poseían un gran sentido del honor y de los valores, individuales, sociales y políticos; existía el inmenso orgullo de “Ser Mexicano”.
La Constitución fue el testimonio impreso de las bases normativas sobre las cuales esos gigantes “Constituyeron” nuestra República, (“constituir” es formar, y República es un enorme concepto que significa “cosa pública” en ambos sentidos: abstracto y concreto) con una recta razón y perspectiva trascendente, y con los valores Patrios mas elevados y avanzados.
Para entender cabalmente el concepto “Patria”, baste mencionar que esta es, antes que nada: el Pueblo, y que sus “símbolos” sin este no son nada, y nada simbolizan.
Tristemente hoy en día, para una inmensa mayoría, “ser Mexicano” no significa nada o casi nada, y para otros muchos es aún motivo de depresión por confinamiento forzoso (se le llama “nacionalidad”) a un espacio territorial en el que advierten los mas repugnantes antivalores sociales y condiciones subnormales de vida, y del que gustosamente escaparían a la primera oportunidad. Por esa razón ven al “muro” en el norte como una gran amenaza a sus ilusiones escapistas de tan infrahumanas condiciones de subsistencia.
No se les puede culpar, son rehenes de la corrupción, la ineptitud e impunidad gubernamentales que pudren todo cuanto tocan y han sido incapaces de generar condiciones mínimas de vida digna en un Territorio tan inmensamente rico como son el suelo y mares Mexicanos. Pero es triste y lamentable que infinidad de Mexicanos talentosos, laboriosos, creativos, inteligentes y capaces hayan tenido que emigrar a otras tierras a las que han engrandecido y enriquecido con su trabajo.
En México se castiga el talento; lo que aquí se premia es el amiguismo, el compadrazgo, la complicidad, la sumisión, la traición y otras miserias humanas, los casos de Salinas, Fox, Calderon y la Calderona son muy representativos. Eso ha podrido nuestra vida social y productiva; pregúntenle a cualquier joven que piensa del esfuerzo honesto y digno y se sorprenderá de las respuestas.
No se les puede culpar, son rehenes de la corrupción, la ineptitud e impunidad gubernamentales que pudren todo cuanto tocan y han sido incapaces de generar condiciones mínimas de vida digna en un Territorio tan inmensamente rico como son el suelo y mares Mexicanos. Pero es triste y lamentable que infinidad de Mexicanos talentosos, laboriosos, creativos, inteligentes y capaces hayan tenido que emigrar a otras tierras a las que han engrandecido y enriquecido con su trabajo.
En México se castiga el talento; lo que aquí se premia es el amiguismo, el compadrazgo, la complicidad, la sumisión, la traición y otras miserias humanas, los casos de Salinas, Fox, Calderon y la Calderona son muy representativos. Eso ha podrido nuestra vida social y productiva; pregúntenle a cualquier joven que piensa del esfuerzo honesto y digno y se sorprenderá de las respuestas.
Por vocación, nuestra Constitución es normativa, así se encuentra establecido en el artículo 133 de nuestra ley fundamental que establece:
Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas.
La naturaleza normativa de nuestra Constitución Política se pretendió reafirmar con la inclusión de los Derechos Humanos en las reformas de 2011, protegidos mediante el juicio de Amparo; pero, el Legislador Federal, mediante aberrantes reformas legales y la "Corte de Justicia" mediante interpretaciones antijurídicas han intentado reducirlas a meros enunciados carentes de trascendencia.
Por razones de hegemonía muy explicables, nuestro gobierno es un fiel devoto del iuspositivismo jurídico que ha servido de soporte a las mas infames dictaduras, y dentro del cual, la Constitución queda reducida a una existencia nominal, enunciativa, programática, aspiracional, subordinada a las leyes (siempre que no se trate de todo aquello que se refiera a las atribuciones reales o virtuales que beneficien a la clase gobernante). Ya hubo incluso un escudero jurídico que se atrevió a “explicar y justificar jurídicamente”, -faltaba mas-, las “atribuciones metaconstitucionales” del Presidente.
Por razones de hegemonía muy explicables, nuestro gobierno es un fiel devoto del iuspositivismo jurídico que ha servido de soporte a las mas infames dictaduras, y dentro del cual, la Constitución queda reducida a una existencia nominal, enunciativa, programática, aspiracional, subordinada a las leyes (siempre que no se trate de todo aquello que se refiera a las atribuciones reales o virtuales que beneficien a la clase gobernante). Ya hubo incluso un escudero jurídico que se atrevió a “explicar y justificar jurídicamente”, -faltaba mas-, las “atribuciones metaconstitucionales” del Presidente.
Esa subordinación de la Constitución a las leyes secundarias se ha intentado explicar bajo distintas falacias llamadas “país de leyes”, “principio de legalidad”, mediante las cuales se condiciona la aplicación de la Ley Fundamental a la existencia de leyes secundarias mediante las que se neutralizan y aun se contradicen sus preceptos, con la ventaja de que su modificación, cuando ha resultado necesaria, no tiene la “rigidez” que implica el “constituyente permanente”, con todas las limitaciones e inconvenientes políticos, económicos y de otra naturaleza que eso supone.
La reducción de la fuerza normativa de nuestra Constitución se ha llevado a cabo muy ladinamente, fingiendo que se acata y se cumple en sibilinos discursos encendidos y apasionados, pero que en realidad se contraviene con las mas viles y subrepticias acciones de gobierno; y para efectos de impunidad, con el contubernio de la burocracia uniformada a la que se llama pomposamente “fuerzas armadas”.
Hasta hace algunos años, “se cuidaban las formas”, por si acaso. Ahora ni eso, hay competencia entre los integrantes del gobierno para exhibir quien es el que peor viola la Constitución y quien lo hace de la forma mas ostentosa posible, del Presidente para abajo.
Ejemplos los hay “por montones”, baste citar algunos cuantos de los mas recientes:
Ejemplos los hay “por montones”, baste citar algunos cuantos de los mas recientes:
1.- En relación con el injerencismo en las recientes elecciones de Estados Unidos y en Venezuela:
Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del Senado. En la conducción de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención;
2.- En relación a la prohibición para que se reúnan dos o mas poderes en una sola persona, como ocurrió con el tristemente célebre “Pacto por México”:
Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo,…
3.- En relación con el “Mando Único” de las policías…
Artículo 115….
…
III. Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes:
h) Seguridad pública, en los términos del artículo 21 de esta Constitución, policía preventiva municipal y tránsito;..
4.- En relación con la presencia infructuosa del Ejército y la Marina en la Seguridad Pública…
Articulo 21…
…
Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y profesional….
5.- La presunción de culpabilidad que se atribuye en automático por la autoridad para todos aquellos que “murieron en enfrentamiento”…
Artículo 20…
…
B. De los derechos de toda persona imputada:
I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa;
6.- En relación con el “murieron en enfrentamiento”, sin que se juzgue a los asesinos…
Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte,...
Y, así podríamos seguir mencionando muchos mas casos de violación que artículos tiene la Constitución.
Por otra parte, una Constitución “Optativa” es el marco perfecto para un Estado de Hecho, no de Derecho. Y eso erosiona nuestra autoestima nacional y los valores mas sagrados de la Mexicanidad.
Lo anterior no significa que lo que la clase gobernante hace esté bien o que los Mexicanos y nuestra Constitución estemos mal, eso solo indica que existe un gran trastorno público, una abierta rebelión en contra de la mayor Institución que tenemos: el Pueblo de México, perpetrada por una clase inmoral que contraviene los principios que esta establece, y que desea perpetuarse en el poder: para mal, porque ha dejado de observar nuestra Carta Magna cada que le place, algo para lo que nuestra Ley Fundamental tiene prevista una solución Constitucional, cuando dispone lo siguiente:
Artículo 136. Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público se establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta.
Nuestra Constitución es normativa, no “optativa”, y no ha perdido su fuerza y vigor. La clase gobernante está mal, el Pueblo Mexicano está bien; es tiempo de rectificar: 2018 será un año crucial para nuestros Derechos y Libertades.
Twitter: @adiazpi
Tomado del blog
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