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Ante el cerco informativo, cada uno de nosotros será un medio de información. Ante el engaño y la manipulación nos haremos cargo de abrirle paso a la verdad.
octubre 30, 2010
octubre 29, 2010
Los signos
Los signos
Luis Javier Garrido
El fracaso estrepitoso de la “guerra contra el narco” de Felipe Calderón está movilizando a amplios sectores del país para lograr un cambio radical de la estrategia oficial en materia de seguridad nacional.
1. La escalada de la violencia en el cuarto año de la experiencia gubernamental de Felipe Calderón ha colmado a los mexicanos, pero en particular a los sectores empresariales, nacionales y extranjeros, que en 2006 respaldaron la estrategia que desde Washington se impuso al nuevo gobierno panista –en el marco de la crisis de ilegitimidad en la que asumió ilegalmente el poder–, asumiendo entonces la tesis absurda de que con las fuerzas armadas imponiendo el orden y amedrentando a los mexicanos florecerían los negocios.
2. La evaluación que se está haciendo en todos los sectores del fracaso de las políticas de seguridad nacional de Felipe Calderón, y en particular en los círculos del capital privado, está constituyendo una condena absoluta al gobierno panista de ultraderecha, que es visto como un lastre para el país y también para sus intereses, por lo que se sostiene cada vez más la tesis de que es imprescindible rectificar las actuales políticas de seguridad nacional e impedir a toda costa que los panistas sigan en el gobierno en 2012.
3. El baño de sangre al que Calderón y sus colaboradores han llevado al país es calificado cada vez más como una responsabilidad suya, por lo que muchos no dudan ya en calificarlos como un gobierno genocida, lo que ellos están confirmando con sus actos. Tras las últimas matanzas del 22 en Ciudad Juárez (14 muertos, todos jóvenes), del 23 en Tijuana (13 muertos), del 27 en Tepic (16 muertos) y de ayer en el Distrito Federal (seis muertos), José Francisco Blake (titular de Gobernación) no tuvo más respuesta que sostener que el gobierno panista no ha hecho más que reafirmar la autoridad del Estado y que tiene y promueve la cultura de la legalidad, cuando todo el país sabe que el gobierno de Calderón pisotea y viola todos los días la Constitución y las leyes de la República, en particular con su guerra contra el narcotráfico, y que su única cultura es la del autoritarismo presidencialista.
4. La paradoja de lo que acontece es que mientras el gobierno de Felipe Calderón se halla empeñado en una campaña ridícula de autoelogio en los medios (que no se sabe si él mismo y sus allegados la creen), pretendiendo que la economía va mejor, que las necesidades sociales de los mexicanos están cada vez más satisfechas y que su gobierno va ganando la guerra contra el crimen organizado, desde aquí y desde el exterior se le dice que no es así. La inconformidad social no deja de aumentar en el país y la militarización de amplias regiones no ha logrado amedrentar al pueblo pobre de México, pero los únicos que no parecen darse cuenta de ello son quienes están haciendo como que gobiernan. Los indicadores internacionales señalan a México como un país cada vez más injusto y corrupto.
Luis Javier Garrido
El fracaso estrepitoso de la “guerra contra el narco” de Felipe Calderón está movilizando a amplios sectores del país para lograr un cambio radical de la estrategia oficial en materia de seguridad nacional.
1. La escalada de la violencia en el cuarto año de la experiencia gubernamental de Felipe Calderón ha colmado a los mexicanos, pero en particular a los sectores empresariales, nacionales y extranjeros, que en 2006 respaldaron la estrategia que desde Washington se impuso al nuevo gobierno panista –en el marco de la crisis de ilegitimidad en la que asumió ilegalmente el poder–, asumiendo entonces la tesis absurda de que con las fuerzas armadas imponiendo el orden y amedrentando a los mexicanos florecerían los negocios.
2. La evaluación que se está haciendo en todos los sectores del fracaso de las políticas de seguridad nacional de Felipe Calderón, y en particular en los círculos del capital privado, está constituyendo una condena absoluta al gobierno panista de ultraderecha, que es visto como un lastre para el país y también para sus intereses, por lo que se sostiene cada vez más la tesis de que es imprescindible rectificar las actuales políticas de seguridad nacional e impedir a toda costa que los panistas sigan en el gobierno en 2012.
3. El baño de sangre al que Calderón y sus colaboradores han llevado al país es calificado cada vez más como una responsabilidad suya, por lo que muchos no dudan ya en calificarlos como un gobierno genocida, lo que ellos están confirmando con sus actos. Tras las últimas matanzas del 22 en Ciudad Juárez (14 muertos, todos jóvenes), del 23 en Tijuana (13 muertos), del 27 en Tepic (16 muertos) y de ayer en el Distrito Federal (seis muertos), José Francisco Blake (titular de Gobernación) no tuvo más respuesta que sostener que el gobierno panista no ha hecho más que reafirmar la autoridad del Estado y que tiene y promueve la cultura de la legalidad, cuando todo el país sabe que el gobierno de Calderón pisotea y viola todos los días la Constitución y las leyes de la República, en particular con su guerra contra el narcotráfico, y que su única cultura es la del autoritarismo presidencialista.
4. La paradoja de lo que acontece es que mientras el gobierno de Felipe Calderón se halla empeñado en una campaña ridícula de autoelogio en los medios (que no se sabe si él mismo y sus allegados la creen), pretendiendo que la economía va mejor, que las necesidades sociales de los mexicanos están cada vez más satisfechas y que su gobierno va ganando la guerra contra el crimen organizado, desde aquí y desde el exterior se le dice que no es así. La inconformidad social no deja de aumentar en el país y la militarización de amplias regiones no ha logrado amedrentar al pueblo pobre de México, pero los únicos que no parecen darse cuenta de ello son quienes están haciendo como que gobiernan. Los indicadores internacionales señalan a México como un país cada vez más injusto y corrupto.
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5. El fracaso de la “guerra contra el narco”, si es que ésta alguna vez existió (y ha sido otra cosa que la evidente tentativa de las agencias estadunidenses por reordenar el mercado), es manifiesto tan sólo con las cifras sobre el incremento de la producción y del consumo que se ha producido en México en estos cuatro años, junto con el saldo de más de 30 mil muertos y con un factor nuevo que ahora empieza a ser denunciado: la penetración en nuestro país de cárteles rusos, chinos y colombianos, que actúan libremente en nuestro país.
6. La utilización que ha intentado hacer Felipe Calderón de la supuesta “guerra contra el narco” como arma política para hacer prevalecer al PAN, al acusar a políticos de otros partidos (PRI o PRD) e incluso del suyo propio (los foxistas) de colusión con los cárteles, no ha tenido tampoco éxito. Desde el michoacanazo hasta la campaña permanente en los medios para hacer creer que sólo Acción Nacional tiene la honestidad y el know how para dirigir esta guerra, que según él debe ser a largo plazo, ha fracasado por completo porque los mexicanos no creen en la honestidad ni en la capacidad del gobierno panista, y advierten cada vez con mayor claridad que las políticas de seguridad nacional no han servido más que como instrumento de manipulación del pueblo.
7. La insistencia con la que los funcionarios calderonistas, a pesar de su nula credibilidad, pretenden sin embargo vender al exterior –en especial a Estados Unidos– la tesis de que sólo un gobierno que sea heredero del suyo puede enfrentar el crimen organizado, no hace más que enrarecer aún más el ambiente, ya turbio por tantos crímenes, atribuidos sin pruebas al narco, y que no han sido esclarecidos. El hecho no aclarado de que empiecen a producirse en el Distrito Federal, de manera sospechosa, el mismo tipo de matanzas cometidas en el norte del país, no parece fortuito y confirma la tesis de múltiples analistas, quienes han sugerido que los grupos paramilitares del gobierno pueden estar atrás de estos hechos sangrientos.
8. La pretensión, en fin, de Calderón y de la ultraderecha mexicana de crear un nuevo marco constitucional y legal en el país, semejante al que se impuso a Colombia en estos años de lucha contra la guerrilla, para hacer viable el papel policial y político de las fuerzas armadas en un escenario de impunidad y de suspensión de hecho de las garantías individuales, no parece tener tampoco viabilidad alguna por la oposición de muchos priístas en el Congreso al que es un proyecto abiertamente fascista, por mucho que algunos hayan avalado el primer paso que se dio en esa dirección con la aprobación de las anticonstitucionales políticas panistas de mando único, que están tratando de implantarse y son absolutamente violatorias de la autonomía de municipios y estados, sin olvidar que crean las condiciones para una mayor penetración de los cárteles en los aparatos de seguridad del Estado.
9. El afán de Calderón de congraciarse con los sectores más conservadores de Estados Unidos al intensificar el escenario de violencia en México en este cuarto año de su desastroso gobierno tampoco le está redituando allá en términos políticos. Para los grupos más derechistas del país vecino, México ya está considerado un Estado fallido y los cárteles son según ellos organizaciones terroristas, lo que le da a su juicio a Estados Unidos la prerrogativa de intervenir militarmente en nuestro país en defensa de sus intereses estratégicos. La secretaria de Estado Hillary Clinton insistió el sábado 16 en que los cárteles mexicanos están organizados como paramilitares, y el jueves 21 la Casa Blanca ordenó a seis agencias desplegar sus asesores de inteligencia en Ciudad Juárez (Milenio Diario, 22 de octubre). Las campañas de los candidatos del Tea Party en vistas a las cruciales elecciones legislativas y de gobernadores del martes 2 han evidenciado por lo mismo un desprecio de esa corriente ultraconservadora a Calderón, a quien, según su propaganda, ven como un político inepto hundido en un escenario de corrupción, en contra de lo que esperaban los aprendices de brujos de Los Pinos.
10. La “guerra contra el narco” de Calderón ha conducido a un fortalecimiento de los cárteles y a un incremento de la violencia y de la producción y el consumo, pero también ha fracasado en alcanzar los objetivos panistas de amedrentar al pueblo, de distraer a los mexicanos de la instauración de nuevas medidas antipopulares y antinacionales, de redituarle políticamente a Acción Nacional y de garantizarle la elección de otro presidente panista en 2012, así como sus objetivos hacia el exterior, de congraciar a Calderón con la ultraderecha estadunidense y de mejorar la imagen de México y de su gobierno.
El éxito de esta guerra se halla en otro lado: ha propiciado que se comprometa aún más la soberanía nacional, que agentes del exterior operen en México y que nuestro país pueda ser un objetivo militar de Washington.
5. El fracaso de la “guerra contra el narco”, si es que ésta alguna vez existió (y ha sido otra cosa que la evidente tentativa de las agencias estadunidenses por reordenar el mercado), es manifiesto tan sólo con las cifras sobre el incremento de la producción y del consumo que se ha producido en México en estos cuatro años, junto con el saldo de más de 30 mil muertos y con un factor nuevo que ahora empieza a ser denunciado: la penetración en nuestro país de cárteles rusos, chinos y colombianos, que actúan libremente en nuestro país.
6. La utilización que ha intentado hacer Felipe Calderón de la supuesta “guerra contra el narco” como arma política para hacer prevalecer al PAN, al acusar a políticos de otros partidos (PRI o PRD) e incluso del suyo propio (los foxistas) de colusión con los cárteles, no ha tenido tampoco éxito. Desde el michoacanazo hasta la campaña permanente en los medios para hacer creer que sólo Acción Nacional tiene la honestidad y el know how para dirigir esta guerra, que según él debe ser a largo plazo, ha fracasado por completo porque los mexicanos no creen en la honestidad ni en la capacidad del gobierno panista, y advierten cada vez con mayor claridad que las políticas de seguridad nacional no han servido más que como instrumento de manipulación del pueblo.
7. La insistencia con la que los funcionarios calderonistas, a pesar de su nula credibilidad, pretenden sin embargo vender al exterior –en especial a Estados Unidos– la tesis de que sólo un gobierno que sea heredero del suyo puede enfrentar el crimen organizado, no hace más que enrarecer aún más el ambiente, ya turbio por tantos crímenes, atribuidos sin pruebas al narco, y que no han sido esclarecidos. El hecho no aclarado de que empiecen a producirse en el Distrito Federal, de manera sospechosa, el mismo tipo de matanzas cometidas en el norte del país, no parece fortuito y confirma la tesis de múltiples analistas, quienes han sugerido que los grupos paramilitares del gobierno pueden estar atrás de estos hechos sangrientos.
8. La pretensión, en fin, de Calderón y de la ultraderecha mexicana de crear un nuevo marco constitucional y legal en el país, semejante al que se impuso a Colombia en estos años de lucha contra la guerrilla, para hacer viable el papel policial y político de las fuerzas armadas en un escenario de impunidad y de suspensión de hecho de las garantías individuales, no parece tener tampoco viabilidad alguna por la oposición de muchos priístas en el Congreso al que es un proyecto abiertamente fascista, por mucho que algunos hayan avalado el primer paso que se dio en esa dirección con la aprobación de las anticonstitucionales políticas panistas de mando único, que están tratando de implantarse y son absolutamente violatorias de la autonomía de municipios y estados, sin olvidar que crean las condiciones para una mayor penetración de los cárteles en los aparatos de seguridad del Estado.
9. El afán de Calderón de congraciarse con los sectores más conservadores de Estados Unidos al intensificar el escenario de violencia en México en este cuarto año de su desastroso gobierno tampoco le está redituando allá en términos políticos. Para los grupos más derechistas del país vecino, México ya está considerado un Estado fallido y los cárteles son según ellos organizaciones terroristas, lo que le da a su juicio a Estados Unidos la prerrogativa de intervenir militarmente en nuestro país en defensa de sus intereses estratégicos. La secretaria de Estado Hillary Clinton insistió el sábado 16 en que los cárteles mexicanos están organizados como paramilitares, y el jueves 21 la Casa Blanca ordenó a seis agencias desplegar sus asesores de inteligencia en Ciudad Juárez (Milenio Diario, 22 de octubre). Las campañas de los candidatos del Tea Party en vistas a las cruciales elecciones legislativas y de gobernadores del martes 2 han evidenciado por lo mismo un desprecio de esa corriente ultraconservadora a Calderón, a quien, según su propaganda, ven como un político inepto hundido en un escenario de corrupción, en contra de lo que esperaban los aprendices de brujos de Los Pinos.
10. La “guerra contra el narco” de Calderón ha conducido a un fortalecimiento de los cárteles y a un incremento de la violencia y de la producción y el consumo, pero también ha fracasado en alcanzar los objetivos panistas de amedrentar al pueblo, de distraer a los mexicanos de la instauración de nuevas medidas antipopulares y antinacionales, de redituarle políticamente a Acción Nacional y de garantizarle la elección de otro presidente panista en 2012, así como sus objetivos hacia el exterior, de congraciar a Calderón con la ultraderecha estadunidense y de mejorar la imagen de México y de su gobierno.
El éxito de esta guerra se halla en otro lado: ha propiciado que se comprometa aún más la soberanía nacional, que agentes del exterior operen en México y que nuestro país pueda ser un objetivo militar de Washington.
octubre 24, 2010
octubre 22, 2010
La irracionalidad
La irracionalidad
Luis Javier Garrido
La crisis económica y social de México, que el gobierno calderonista busca a toda costa ocultar con cifras mentirosas, va aunada a la crisis institucional derivada del ejercicio despótico e irracional del poder de los panistas, que ahora se agrava por la obsesión de Felipe Calderón por el 2012.
1. El gobierno de ultraderecha de Calderón que se instauró en México por la vía del fraude demuestra en los hechos tener una vocación aún más antidemocrática que el de su predecesor Vicente Fox, y esto se está tornando escandaloso con las iniciativas que está tomando en vistas a 2012 con la obsesión desenfrenada de mantener el poder que México va a tener que enfrentar con instituciones cada vez más desprestigiadas.
2. El hecho que muchos actores políticos y analistas no habían tomado en consideración en estos años aparece ahora de manera cada vez más clara, y es que el gobierno espurio de Felipe Calderón, antecedido por la deplorable gestión de Vicente Fox, constituyen en su conjunto la primera experiencia histórica de gobierno de la extrema derecha en México, y que en consecuencia sus políticas son atípicas en el contexto de la globalización, pues los panistas mexicanos no han sido sólo los disciplinados ejecutores e intérpretes de los programas neoliberales auspiciados por fuerzas del exterior, sino que a la vez que han actuado como peleles de los grandes intereses trasnacionales han tratado torpemente de instaurar los programas históricos de la derecha criolla en nuestro país y hacer valer los ideales de viejos hacendados y empresarios y de los sectores más retardatarios de la jerarquía católica y de las fuerzas armadas.
3. La evolución del México independiente no registra ningún otro momento de nuestra historia en el que esas fuerzas retardatarias hayan dispuesto de manera tan impune de los recursos nacionales como acontece ahora, pues a lo largo de la primera República centralista (1835-1842) como de la segunda (1843-1845), el país vivió una verdadera guerra civil, como fue el caso en la Intervención y el Imperio (1862-1867), y durante el gobierno dictatorial de Porfirio Díaz (1877-1911) la herencia liberal le impidió a éste hacer suyos todos esos programas de la ultraderecha.
4. En el México reciente han aparecido en consecuencia los rasgos más oprobiosos del pasado, que se han fortalecido en quienes pretenden gobernar por su vinculación con el neofranquista Partido Popular (PP) de España y las trasnacionales españolas, que le facilitaron a su asesor Antonio Sola, por lo que no deben sorprender en las acciones del gobierno calderonista todos esos rasgos que le afloran en el discurso y en los actos –del resentimiento al revanchismo–, ni su afinidad con las fuerzas de la ultraderecha internacional: del Tea Party estadunidense a los ultras europeos.
Luis Javier Garrido
La crisis económica y social de México, que el gobierno calderonista busca a toda costa ocultar con cifras mentirosas, va aunada a la crisis institucional derivada del ejercicio despótico e irracional del poder de los panistas, que ahora se agrava por la obsesión de Felipe Calderón por el 2012.
1. El gobierno de ultraderecha de Calderón que se instauró en México por la vía del fraude demuestra en los hechos tener una vocación aún más antidemocrática que el de su predecesor Vicente Fox, y esto se está tornando escandaloso con las iniciativas que está tomando en vistas a 2012 con la obsesión desenfrenada de mantener el poder que México va a tener que enfrentar con instituciones cada vez más desprestigiadas.
2. El hecho que muchos actores políticos y analistas no habían tomado en consideración en estos años aparece ahora de manera cada vez más clara, y es que el gobierno espurio de Felipe Calderón, antecedido por la deplorable gestión de Vicente Fox, constituyen en su conjunto la primera experiencia histórica de gobierno de la extrema derecha en México, y que en consecuencia sus políticas son atípicas en el contexto de la globalización, pues los panistas mexicanos no han sido sólo los disciplinados ejecutores e intérpretes de los programas neoliberales auspiciados por fuerzas del exterior, sino que a la vez que han actuado como peleles de los grandes intereses trasnacionales han tratado torpemente de instaurar los programas históricos de la derecha criolla en nuestro país y hacer valer los ideales de viejos hacendados y empresarios y de los sectores más retardatarios de la jerarquía católica y de las fuerzas armadas.
3. La evolución del México independiente no registra ningún otro momento de nuestra historia en el que esas fuerzas retardatarias hayan dispuesto de manera tan impune de los recursos nacionales como acontece ahora, pues a lo largo de la primera República centralista (1835-1842) como de la segunda (1843-1845), el país vivió una verdadera guerra civil, como fue el caso en la Intervención y el Imperio (1862-1867), y durante el gobierno dictatorial de Porfirio Díaz (1877-1911) la herencia liberal le impidió a éste hacer suyos todos esos programas de la ultraderecha.
4. En el México reciente han aparecido en consecuencia los rasgos más oprobiosos del pasado, que se han fortalecido en quienes pretenden gobernar por su vinculación con el neofranquista Partido Popular (PP) de España y las trasnacionales españolas, que le facilitaron a su asesor Antonio Sola, por lo que no deben sorprender en las acciones del gobierno calderonista todos esos rasgos que le afloran en el discurso y en los actos –del resentimiento al revanchismo–, ni su afinidad con las fuerzas de la ultraderecha internacional: del Tea Party estadunidense a los ultras europeos.
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5. El desmantelamiento del orden constitucional mexicano, acelerado de manera desquiciada por el gobierno de Calderón, no se podría entender si no es desde esa perspectiva histórica. La supuesta “guerra contra el narco”, impuesta desde el exterior, tiende a acelerar el desmantelamiento del Estado nacional y a propiciar la injerencia estadunidense en México, pero responde también a la vocación autoritaria y centralista de la ultraderecha mexicana.
6. Las manipulaciones del grupo de Calderón para imponerse en 2012 confirman no sólo el abandono en el que se halla el país un poco después de la mitad del sexenio, por la obnubilación e ineptitud del actual grupo gobernante que antepone cada vez más y de la manera más obvia sus intereses facciosos al orden constitucional con un patrimonialismo del que no se tenían antecedentes en el país, sino los riesgos en los que se halla México.
7. En el contexto de su distanciamiento del PRI, con el que están rompiendo el que había sido su compromiso histórico desde 1988, y del subordinamiento que han logrado del aparato del PRD –a través de su alianza con el grupo de los chuchos–, Calderón y sus amigos están ahora tratando de apoderarse –aunque sin muchas posibilidades de éxito– de cinco estados claves de la Federación que tienen gobiernos ajenos al PAN (Nuevo León, Aguascalientes, Veracruz, Hidalgo y Michoacán) para poder disponer de su infraestructura en el proceso electoral de 2012, buscan a toda costa someter a sus intereses al duopolio televisivo que se halla cada vez más inclinado al PRI, continúan utilizando su poder discrecional para a través de concesiones ilegales consolidar sus relaciones con poderosos grupos económicos extranjeros, no han dejado de intensificar su lucha contra los priístas mexiquenses de Enrique Peña Nieto y han relanzado con evidente desesperación la campaña contra Andrés Manuel López Obrador ante la evidencia de su creciente fuerza social en un escenario que se está asemejando al de 2005.
8. El desastre institucional es generalizado en todo el país por las iniciativas de Calderón. Los candidatos priístas declarados triunfantes en Aguascalientes, Veracruz e Hidalgo han guardado silencio ante la amenaza oficial de revertir los resultados a través del tribunal electoral, queriendo entender que estas maniobras corresponden más al estilo panista de negociar con el PRI su voto en las cámaras, pero en otros casos no ha sido así.
9. El 2012 es este escenario el objetivo central de Calderón. La nueva tentativa de silenciamiento de Andrés Manuel López Obrador se inició a su vez hace unas semanas con un fallo del tribunal electoral, en manos de la calderonista María del Carmen Alanís, al prohibir los promocionales del PT en los que aparece, y ahora es el IFE, con la misma lógica totalitaria de que cualquier opinión contraria al gobierno es propaganda electoral, el que zozobra en la ilegalidad, tratando de acallarlo. La utilización del instituto –organismo autónomo según la ley– por el gobierno panista para tratar de silenciar a Andrés Manuel se revierte por lo mismo en contra de éste, pues a todas luces es un acto ilegal y despótico que evidencia la total pérdida de las formas de parte de las autoridades. A Calderón le molesta que AMLO hable, por ejemplo, de que los empresarios fueron engañados por los panistas o que los promocionales del PT difundan el proyecto alternativo de nación, y por ello al acudir el miércoles 20 a la sede del instituto para atender a la denuncia del PAN recibió la que calificó como una actitud majadera, amenazante y de intimidación.
10. Este inocultable desquiciamiento del gobierno calderonista, la pérdida absoluta de las formas a que ha llegado, sus violaciones sistemáticas a la Constitución y su afán desmedido por manipular el proceso electoral de 2012 con dos años de antelación, abre un nuevo desafío para el pueblo ciudadano, y es el de tener que enfrentar el futuro anteponiendo cada vez más las armas de la razón y de la legalidad pero con una indomable voluntad de resistencia.
5. El desmantelamiento del orden constitucional mexicano, acelerado de manera desquiciada por el gobierno de Calderón, no se podría entender si no es desde esa perspectiva histórica. La supuesta “guerra contra el narco”, impuesta desde el exterior, tiende a acelerar el desmantelamiento del Estado nacional y a propiciar la injerencia estadunidense en México, pero responde también a la vocación autoritaria y centralista de la ultraderecha mexicana.
6. Las manipulaciones del grupo de Calderón para imponerse en 2012 confirman no sólo el abandono en el que se halla el país un poco después de la mitad del sexenio, por la obnubilación e ineptitud del actual grupo gobernante que antepone cada vez más y de la manera más obvia sus intereses facciosos al orden constitucional con un patrimonialismo del que no se tenían antecedentes en el país, sino los riesgos en los que se halla México.
7. En el contexto de su distanciamiento del PRI, con el que están rompiendo el que había sido su compromiso histórico desde 1988, y del subordinamiento que han logrado del aparato del PRD –a través de su alianza con el grupo de los chuchos–, Calderón y sus amigos están ahora tratando de apoderarse –aunque sin muchas posibilidades de éxito– de cinco estados claves de la Federación que tienen gobiernos ajenos al PAN (Nuevo León, Aguascalientes, Veracruz, Hidalgo y Michoacán) para poder disponer de su infraestructura en el proceso electoral de 2012, buscan a toda costa someter a sus intereses al duopolio televisivo que se halla cada vez más inclinado al PRI, continúan utilizando su poder discrecional para a través de concesiones ilegales consolidar sus relaciones con poderosos grupos económicos extranjeros, no han dejado de intensificar su lucha contra los priístas mexiquenses de Enrique Peña Nieto y han relanzado con evidente desesperación la campaña contra Andrés Manuel López Obrador ante la evidencia de su creciente fuerza social en un escenario que se está asemejando al de 2005.
8. El desastre institucional es generalizado en todo el país por las iniciativas de Calderón. Los candidatos priístas declarados triunfantes en Aguascalientes, Veracruz e Hidalgo han guardado silencio ante la amenaza oficial de revertir los resultados a través del tribunal electoral, queriendo entender que estas maniobras corresponden más al estilo panista de negociar con el PRI su voto en las cámaras, pero en otros casos no ha sido así.
9. El 2012 es este escenario el objetivo central de Calderón. La nueva tentativa de silenciamiento de Andrés Manuel López Obrador se inició a su vez hace unas semanas con un fallo del tribunal electoral, en manos de la calderonista María del Carmen Alanís, al prohibir los promocionales del PT en los que aparece, y ahora es el IFE, con la misma lógica totalitaria de que cualquier opinión contraria al gobierno es propaganda electoral, el que zozobra en la ilegalidad, tratando de acallarlo. La utilización del instituto –organismo autónomo según la ley– por el gobierno panista para tratar de silenciar a Andrés Manuel se revierte por lo mismo en contra de éste, pues a todas luces es un acto ilegal y despótico que evidencia la total pérdida de las formas de parte de las autoridades. A Calderón le molesta que AMLO hable, por ejemplo, de que los empresarios fueron engañados por los panistas o que los promocionales del PT difundan el proyecto alternativo de nación, y por ello al acudir el miércoles 20 a la sede del instituto para atender a la denuncia del PAN recibió la que calificó como una actitud majadera, amenazante y de intimidación.
10. Este inocultable desquiciamiento del gobierno calderonista, la pérdida absoluta de las formas a que ha llegado, sus violaciones sistemáticas a la Constitución y su afán desmedido por manipular el proceso electoral de 2012 con dos años de antelación, abre un nuevo desafío para el pueblo ciudadano, y es el de tener que enfrentar el futuro anteponiendo cada vez más las armas de la razón y de la legalidad pero con una indomable voluntad de resistencia.
octubre 20, 2010
octubre 15, 2010
Las "alianzas" (de nuevo)
Las "alianzas" (de nuevo)
Luis Javier Garrido
Las "alianzas electorales" del PAN con el PRD con vistas al 2011 (y al 2012), que han suscitado amplio entusiasmo en algunos de los grupos más retardatarios de aquí y del exterior, y un amplio rechazo en los sectores democráticos de México, son antes que nada una estrategia de la ultraderecha mexicana contra el pueblo mexicano para seguirle cancelando sus derechos políticos fundamentales.
1. La estrategia perversa de las alianzas "PRD-PAN", pactada por el grupo del presidente perredista Jesús Ortega con César Nava y otros personeros de Felipe Calderón, ha buscado de entrada confundir al pueblo de México, pues quiere hacer creer que entre el PAN, que se apoderó del gobierno por la vía del fraude, y el PRD, que fue objeto del despojo, hay una unión, y que, en consecuencia, entre el PRD y Acción Nacional puede existir una propuesta común. Pero no sólo eso, sino que entre el PAN y el PRI, que defienden proyectos afines y que en los últimos años han tenido una abierta complicidad para desmantelar a la nación, habría ahora una oposición irreconciliable, lo que tampoco es cierto.
2. La convergencia dócil del PRD con el PAN busca, además, con una lógica tortuosa, blanquear la imagen del blanquiazul para convalidarlo como un partido democrático. Lo que se pretende en ese sentido es que, tras el fracaso escandaloso de los dos gobiernos panistas, muchos de los votantes perredistas, por ignorancia o por corrupción, acepten contribuir a limpiar la imagen del PAN y a legitimar la imagen de la derecha mexicana, con el argumento falaz y maniqueo de que el PRI es la encarnación del mal y el PAN la del bien, sin percatarse de que lo que están haciendo es terminar con una alternativa electoral de izquierda.
3. El modelo político neoliberal, que se ha ido imponiendo al mundo entero, como sustento de una organización económica que privilegia los intereses de las grandes corporaciones por sobre los derechos de los pueblos, supone construir sistemas de partidos (de preferencia bipartidistas) en los que las distintas formaciones políticas no tengan diferencias sustanciales entre sí y avalen el modelo económico dominante plegándose a los dictados de los grandes intereses globales. Ese ha sido un objetivo de las mafias en el poder en México, en el que han estado coludidos los chuchos, y que ahora buscan acelerar: aniquilar al PRD como posible proyecto de izquierda, al no existir ya diferencias programáticas entre los tres principales partidos y carecer los mexicanos de las posibilidades de una verdadera alternancia, por lo que la estrategia de las alianzas PAN-PRD cumple un papel significativo en ese proceso.
Luis Javier Garrido
Las "alianzas electorales" del PAN con el PRD con vistas al 2011 (y al 2012), que han suscitado amplio entusiasmo en algunos de los grupos más retardatarios de aquí y del exterior, y un amplio rechazo en los sectores democráticos de México, son antes que nada una estrategia de la ultraderecha mexicana contra el pueblo mexicano para seguirle cancelando sus derechos políticos fundamentales.
1. La estrategia perversa de las alianzas "PRD-PAN", pactada por el grupo del presidente perredista Jesús Ortega con César Nava y otros personeros de Felipe Calderón, ha buscado de entrada confundir al pueblo de México, pues quiere hacer creer que entre el PAN, que se apoderó del gobierno por la vía del fraude, y el PRD, que fue objeto del despojo, hay una unión, y que, en consecuencia, entre el PRD y Acción Nacional puede existir una propuesta común. Pero no sólo eso, sino que entre el PAN y el PRI, que defienden proyectos afines y que en los últimos años han tenido una abierta complicidad para desmantelar a la nación, habría ahora una oposición irreconciliable, lo que tampoco es cierto.
2. La convergencia dócil del PRD con el PAN busca, además, con una lógica tortuosa, blanquear la imagen del blanquiazul para convalidarlo como un partido democrático. Lo que se pretende en ese sentido es que, tras el fracaso escandaloso de los dos gobiernos panistas, muchos de los votantes perredistas, por ignorancia o por corrupción, acepten contribuir a limpiar la imagen del PAN y a legitimar la imagen de la derecha mexicana, con el argumento falaz y maniqueo de que el PRI es la encarnación del mal y el PAN la del bien, sin percatarse de que lo que están haciendo es terminar con una alternativa electoral de izquierda.
3. El modelo político neoliberal, que se ha ido imponiendo al mundo entero, como sustento de una organización económica que privilegia los intereses de las grandes corporaciones por sobre los derechos de los pueblos, supone construir sistemas de partidos (de preferencia bipartidistas) en los que las distintas formaciones políticas no tengan diferencias sustanciales entre sí y avalen el modelo económico dominante plegándose a los dictados de los grandes intereses globales. Ese ha sido un objetivo de las mafias en el poder en México, en el que han estado coludidos los chuchos, y que ahora buscan acelerar: aniquilar al PRD como posible proyecto de izquierda, al no existir ya diferencias programáticas entre los tres principales partidos y carecer los mexicanos de las posibilidades de una verdadera alternancia, por lo que la estrategia de las alianzas PAN-PRD cumple un papel significativo en ese proceso.
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4. Las alianzas entre partidos opuestos constituyen de esta manera un candado de seguridad para proteger los intereses dominantes, y es también con ese objetivo que los grupos mafiosos que controlan el poder económico y político en México las están impulsando. Los partidos que se alían no pueden tener una propuesta común más que en aspectos irrelevantes, pero renuncian además en esta coyuntura a esgrimir sus tesis propias que son encerradas en un cajón, acelerándose el proceso de acceso a cargos públicos… y de claudicaciones.
5. El argumento de que en casos extraordinarios es válido que partidos de izquierda se alíen con partidos de derecha democráticos para terminar con regímenes de excepción y dictatoriales es válido, pero no es el caso de México por una razón sencilla: el PAN no es un partido democrático. En 2006 el PAN instrumentó un descomunal fraude con la colaboración del PRI para robarle la elección presidencial no nada más a Andrés Manuel López Obrador sino al pueblo de México, y sus gobiernos a nivel federal y local han sido más antidemocráticos, corruptos y entreguistas que los del PRI, por lo que aliarse con los panistas con ese argumento, como lo preconizan los chuchos todos los días ante los micrófonos de Televisa, es un acto aberrante y carente de ética, contrario a los intereses del pueblo mexicano. Las alianzas del PRD con el PAN a nivel local parecieron justificarse en el pasado porque el PAN se pretendía democrático y se desconocían los acuerdos secretos que tenía con Salinas, pero a la luz de lo acontecido no hay justificación política ni ética alguna para ello.
6. La pretensión de los defensores de las alianzas de que éstas tienen como objetivo liquidar el caciquismo y la corrupción que, según insisten, serían fundamento del poder del PRI, es absolutamente mentirosa, ya que en los estados gobernados por panistas hay tanto o más narcotráfico, corrupción y caciquismo que en los gobernados por priístas, y porque además las alianzas PAN-PRD no tienen afinidad con las propuestas más progresistas del país, como sostiene de manera equivocada en su extravío Marcelo Ebrard, partidario de éstas (La Jornada, 12/10/10). Baste ver que en los tres casos donde triunfaron en 2010 postularon a ex priístas, por no insistir en que en Puebla la alianza PAN-PRD llevó a la gubernatura al candidato de Elba Esther Gordillo.
7. El argumento de que las alianzas entre partidos opuestos facilitan la gobernabilidad al propiciar que el Legislativo deje de ser contrapeso del Ejecutivo es, por otra parte, de carácter totalitario. La clave del régimen presidencial es que el Congreso esté en manos de un partido opuesto al del Presidente, como ha sido el caso en Estados Unidos durante la mayor parte de su historia. Esta tesis aberrante la sostuvo el lunes 11 el ex rector De la Fuente, quien tras descalificar a López Obrador por su oposición a estas alianzas, las elogió como la vía para alcanzar mayorías estables, que según él conducen a una relación más funcional entre los poderes, presentándose de paso como el candidato idóneo del aliancismo y de la sociedad civil para 2012 (para lo que dice está hablando con los actores políticos), según destacaron a ocho columnas varios matutinos (Milenio Diario, 12/10/10), sin parecer darse cuenta este aspirante de que la alianza de conservadores y liberales en Gran Bretaña de 2010, que pone como ejemplo, es la de dos partidos de la derecha.
8. Las alianzas PAN-PRD fueron delineadas desde 2008 cuando el gobierno calderonista buscó imponer a Ortega al frente del PRD con la finalidad de evitar una candidatura de López Obrador en 2012. Los diferendos crecientes entre el PAN y el PRI en torno a cuál de los dos partidos correspondería la Presidencia de México, evidenciados en la ponencia de Carlos Salinas de Gortari al festejarse los 20 años del IFE el 12 de octubre, han llevado sin embargo al gobierno panista, aterrado ante el 2012, a presentarlas como un elemento clave para vencer al PRI: no en 2012 sino desde ahora, en 2011, y por eso busca hacer creer que se idearon para ir contra Enrique Peña Nieto, aunque en la situación actual le sean imprescindibles a Calderón para tratar de doblegar al tricolor.
9. El objetivo fundamental de dichas alianzas es, sin embargo, político, y busca por eso no sólo maicear y enquistar en los gobiernos locales a los chuchos sino ofrecerles todo para 2012, a fin de tratar de cerrarle a López Obrador el camino hacia Los Pinos.
10. La extrema derecha busca al aliarse con el PRD confundir a los mexicanos, lavar su imagen, terminar con una alternativa electoral de izquierda, proteger sus intereses, consolidar el régimen, alcanzar un control absoluto del poder, cimentar un presidencialismo más autoritario, liquidar a Peña Nieto y, sobre todo, cerrarle el camino a Andrés Manuel, cancelándole derechos al pueblo. Mucho, para tan mediocres actores políticos.
4. Las alianzas entre partidos opuestos constituyen de esta manera un candado de seguridad para proteger los intereses dominantes, y es también con ese objetivo que los grupos mafiosos que controlan el poder económico y político en México las están impulsando. Los partidos que se alían no pueden tener una propuesta común más que en aspectos irrelevantes, pero renuncian además en esta coyuntura a esgrimir sus tesis propias que son encerradas en un cajón, acelerándose el proceso de acceso a cargos públicos… y de claudicaciones.
5. El argumento de que en casos extraordinarios es válido que partidos de izquierda se alíen con partidos de derecha democráticos para terminar con regímenes de excepción y dictatoriales es válido, pero no es el caso de México por una razón sencilla: el PAN no es un partido democrático. En 2006 el PAN instrumentó un descomunal fraude con la colaboración del PRI para robarle la elección presidencial no nada más a Andrés Manuel López Obrador sino al pueblo de México, y sus gobiernos a nivel federal y local han sido más antidemocráticos, corruptos y entreguistas que los del PRI, por lo que aliarse con los panistas con ese argumento, como lo preconizan los chuchos todos los días ante los micrófonos de Televisa, es un acto aberrante y carente de ética, contrario a los intereses del pueblo mexicano. Las alianzas del PRD con el PAN a nivel local parecieron justificarse en el pasado porque el PAN se pretendía democrático y se desconocían los acuerdos secretos que tenía con Salinas, pero a la luz de lo acontecido no hay justificación política ni ética alguna para ello.
6. La pretensión de los defensores de las alianzas de que éstas tienen como objetivo liquidar el caciquismo y la corrupción que, según insisten, serían fundamento del poder del PRI, es absolutamente mentirosa, ya que en los estados gobernados por panistas hay tanto o más narcotráfico, corrupción y caciquismo que en los gobernados por priístas, y porque además las alianzas PAN-PRD no tienen afinidad con las propuestas más progresistas del país, como sostiene de manera equivocada en su extravío Marcelo Ebrard, partidario de éstas (La Jornada, 12/10/10). Baste ver que en los tres casos donde triunfaron en 2010 postularon a ex priístas, por no insistir en que en Puebla la alianza PAN-PRD llevó a la gubernatura al candidato de Elba Esther Gordillo.
7. El argumento de que las alianzas entre partidos opuestos facilitan la gobernabilidad al propiciar que el Legislativo deje de ser contrapeso del Ejecutivo es, por otra parte, de carácter totalitario. La clave del régimen presidencial es que el Congreso esté en manos de un partido opuesto al del Presidente, como ha sido el caso en Estados Unidos durante la mayor parte de su historia. Esta tesis aberrante la sostuvo el lunes 11 el ex rector De la Fuente, quien tras descalificar a López Obrador por su oposición a estas alianzas, las elogió como la vía para alcanzar mayorías estables, que según él conducen a una relación más funcional entre los poderes, presentándose de paso como el candidato idóneo del aliancismo y de la sociedad civil para 2012 (para lo que dice está hablando con los actores políticos), según destacaron a ocho columnas varios matutinos (Milenio Diario, 12/10/10), sin parecer darse cuenta este aspirante de que la alianza de conservadores y liberales en Gran Bretaña de 2010, que pone como ejemplo, es la de dos partidos de la derecha.
8. Las alianzas PAN-PRD fueron delineadas desde 2008 cuando el gobierno calderonista buscó imponer a Ortega al frente del PRD con la finalidad de evitar una candidatura de López Obrador en 2012. Los diferendos crecientes entre el PAN y el PRI en torno a cuál de los dos partidos correspondería la Presidencia de México, evidenciados en la ponencia de Carlos Salinas de Gortari al festejarse los 20 años del IFE el 12 de octubre, han llevado sin embargo al gobierno panista, aterrado ante el 2012, a presentarlas como un elemento clave para vencer al PRI: no en 2012 sino desde ahora, en 2011, y por eso busca hacer creer que se idearon para ir contra Enrique Peña Nieto, aunque en la situación actual le sean imprescindibles a Calderón para tratar de doblegar al tricolor.
9. El objetivo fundamental de dichas alianzas es, sin embargo, político, y busca por eso no sólo maicear y enquistar en los gobiernos locales a los chuchos sino ofrecerles todo para 2012, a fin de tratar de cerrarle a López Obrador el camino hacia Los Pinos.
10. La extrema derecha busca al aliarse con el PRD confundir a los mexicanos, lavar su imagen, terminar con una alternativa electoral de izquierda, proteger sus intereses, consolidar el régimen, alcanzar un control absoluto del poder, cimentar un presidencialismo más autoritario, liquidar a Peña Nieto y, sobre todo, cerrarle el camino a Andrés Manuel, cancelándole derechos al pueblo. Mucho, para tan mediocres actores políticos.
octubre 11, 2010
octubre 08, 2010
Puntualizaciones de AMLO en Twitter
Puntualizaciones de AMLO
Respecto a las expresiones hechas por Felipe Calderón, quiero puntualizar lo siguiente:
1. Con absoluta seriedad y bajo protesta de seguir actuando con honestidad y congruencia, sostengo que si no nos hubiesen robado la Presidencia de la República en 2006, no sería Brasil el ejemplo a seguir de desarrollo y buen gobierno, sino nuestro querido México. Es decir, si se hubiese respetado el voto ciudadano, en nuestro país habría crecimiento económico, empleo, bienestar, tranquilidad y seguridad pública.
2. Como desgraciadamente se impuso, a la mala, el grupo de potentados que no piensa en el país ni le importa el destino del pueblo, se continuó con la corrupción, con la política de pillaje, y hoy estamos padeciendo las consecuencias y atravesando por una de las peores crisis de nuestra historia. No hay crecimiento económico, no hay empleos y, lo peor, inmersos en una profunda crisis de miedo, de inseguridad y de violencia que afecta a todos, a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.
3. Es muy lamentable que Felipe Calderón, quien fue impuesto por la funesta camarilla culpable de la tragedia nacional, en vez de pedir perdón a los mexicanos por el desastre actual, siga optando por la mentira, la confrontación y la ofensa a millones de mexicanos que no se dejaron engañar y a los que llama “fanáticos”, y quienes, en uso de sus derechos y libertades consagradas en la Constitución, siguen expresando su decisión y trabajando para transformar a México por la vía pacífica, hasta derrotar, en buena lid, a la oligarquía y establecer una auténtica democracia que permita que las riquezas de México se distribuyan con justicia y se utilicen para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población.
4. Por lo que respecta a la frase acuñada por los publicistas Dick Morris, de Estados Unidos, y Antonio Solá, de España, de que yo era “un peligro para México”. Reitero que dicha frase fue eficaz para manipular e infundir miedo en algunos sectores, porque la mafia del poder controla a la mayoría de los medios de comunicación –sobre todo a la televisión y, en particular, a Televisa– que se encargan de repetir mentiras para tratar de convertirlas en verdad, como se hacía en la época de Adolfo Hitler.
En otras palabras, en una sociedad democrática, con medios de comunicación no sometidos a grupos de intereses creados, dicha frase no tendría ninguna relevancia. Tan es así, que luego del fraude electoral de 2006, en Estados Unidos el mismo publicista Morris, asesor de John McCain, candidato a la Presidencia del Partido Republicano, aplicó la misma frase, diciendo que Obama era un peligro para Estados Unidos y allá, por haber mayor pluralidad en el manejo de los medios de comunicación, no tuvo ningún efecto. Además, esa frase no refleja la realidad de nuestro país y es del todo burda y ofensiva, al grado que ni siquiera me atrevería a usarla en contra de Calderón, como nunca lo he hecho, repitiendo que “Calderón es un peligro para México”, a pesar de que han perdido la vida cerca de 30 mil mexicanos por su irresponsabilidad e ineptitud.
5. Vamos a continuar la lucha hasta lograr un verdadero cambio. Para eso contamos con el apoyo de millones de mexicanos y estamos convocando a mujeres y hombres de buena voluntad, de todos los sectores, de todas las religiones, a libres pensadores y a los que pertenecen a todas las clases sociales.
Por mi parte, puedo decir con toda sinceridad que yo no odio, porque considero que sólo con amor, hablando con la verdad, luchando por el prójimo y haciendo el bien a los demás, se puede ser feliz. Pero también mantengo una inquebrantable fe en la causa que defendemos y estoy convencido de que el cambio vendrá y no lo van a impedir ni la mafia del poder, ni Salinas, ni Televisa, ni Peña Nieto, ni el PRI, ni el PAN, ni sus voceros, ni los eternos sembradores de veneno, ni sus políticos paleros.
Estoy seguro, lo he pensado mucho, lo he reflexionado y he recogido el sentimiento de los mexicanos en todas las regiones del país, por eso sostengo que más temprano que tarde habrá un despertar ciudadano y el pueblo tomará conciencia de que es más fuerte y más poderoso que sus opresores.
Esos son mis principios y esa es mi convicción.
Muchas gracias.
Respecto a las expresiones hechas por Felipe Calderón, quiero puntualizar lo siguiente:
1. Con absoluta seriedad y bajo protesta de seguir actuando con honestidad y congruencia, sostengo que si no nos hubiesen robado la Presidencia de la República en 2006, no sería Brasil el ejemplo a seguir de desarrollo y buen gobierno, sino nuestro querido México. Es decir, si se hubiese respetado el voto ciudadano, en nuestro país habría crecimiento económico, empleo, bienestar, tranquilidad y seguridad pública.
2. Como desgraciadamente se impuso, a la mala, el grupo de potentados que no piensa en el país ni le importa el destino del pueblo, se continuó con la corrupción, con la política de pillaje, y hoy estamos padeciendo las consecuencias y atravesando por una de las peores crisis de nuestra historia. No hay crecimiento económico, no hay empleos y, lo peor, inmersos en una profunda crisis de miedo, de inseguridad y de violencia que afecta a todos, a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.
3. Es muy lamentable que Felipe Calderón, quien fue impuesto por la funesta camarilla culpable de la tragedia nacional, en vez de pedir perdón a los mexicanos por el desastre actual, siga optando por la mentira, la confrontación y la ofensa a millones de mexicanos que no se dejaron engañar y a los que llama “fanáticos”, y quienes, en uso de sus derechos y libertades consagradas en la Constitución, siguen expresando su decisión y trabajando para transformar a México por la vía pacífica, hasta derrotar, en buena lid, a la oligarquía y establecer una auténtica democracia que permita que las riquezas de México se distribuyan con justicia y se utilicen para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población.
4. Por lo que respecta a la frase acuñada por los publicistas Dick Morris, de Estados Unidos, y Antonio Solá, de España, de que yo era “un peligro para México”. Reitero que dicha frase fue eficaz para manipular e infundir miedo en algunos sectores, porque la mafia del poder controla a la mayoría de los medios de comunicación –sobre todo a la televisión y, en particular, a Televisa– que se encargan de repetir mentiras para tratar de convertirlas en verdad, como se hacía en la época de Adolfo Hitler.
En otras palabras, en una sociedad democrática, con medios de comunicación no sometidos a grupos de intereses creados, dicha frase no tendría ninguna relevancia. Tan es así, que luego del fraude electoral de 2006, en Estados Unidos el mismo publicista Morris, asesor de John McCain, candidato a la Presidencia del Partido Republicano, aplicó la misma frase, diciendo que Obama era un peligro para Estados Unidos y allá, por haber mayor pluralidad en el manejo de los medios de comunicación, no tuvo ningún efecto. Además, esa frase no refleja la realidad de nuestro país y es del todo burda y ofensiva, al grado que ni siquiera me atrevería a usarla en contra de Calderón, como nunca lo he hecho, repitiendo que “Calderón es un peligro para México”, a pesar de que han perdido la vida cerca de 30 mil mexicanos por su irresponsabilidad e ineptitud.
5. Vamos a continuar la lucha hasta lograr un verdadero cambio. Para eso contamos con el apoyo de millones de mexicanos y estamos convocando a mujeres y hombres de buena voluntad, de todos los sectores, de todas las religiones, a libres pensadores y a los que pertenecen a todas las clases sociales.
Por mi parte, puedo decir con toda sinceridad que yo no odio, porque considero que sólo con amor, hablando con la verdad, luchando por el prójimo y haciendo el bien a los demás, se puede ser feliz. Pero también mantengo una inquebrantable fe en la causa que defendemos y estoy convencido de que el cambio vendrá y no lo van a impedir ni la mafia del poder, ni Salinas, ni Televisa, ni Peña Nieto, ni el PRI, ni el PAN, ni sus voceros, ni los eternos sembradores de veneno, ni sus políticos paleros.
Estoy seguro, lo he pensado mucho, lo he reflexionado y he recogido el sentimiento de los mexicanos en todas las regiones del país, por eso sostengo que más temprano que tarde habrá un despertar ciudadano y el pueblo tomará conciencia de que es más fuerte y más poderoso que sus opresores.
Esos son mis principios y esa es mi convicción.
Muchas gracias.
El miedo
El miedo
Luis Javier Garrido
El escenario político del país está marcado de manera cada vez más evidente por las querellas entre sí de los grupos mafiosos en el poder, que se advierten en la ruptura de la antigua alianza entre PRI y PAN y en la actitud de apanicamiento de Felipe Calderón, cada vez más incapaz de liderear a la ultraderecha mexicana.
1. El mecanismo de las alianzas electorales entre PAN y PRD, que de proseguir en 2011 en el estado de México, y aún después, permitirían al gobierno calderonista confundir al electorado sobre las propuestas de ambas formaciones políticas y someter más claramente la cúpula perredista al proyecto de la derecha de mantenerse en el poder en 2012, para lo cual habría que llegar al ignominioso escenario de un candidato de unidad PAN-PRD para oponérselo a Enrique Peña Nieto, casi seguro abanderado presidencial priísta, ha quedado desenmascarado al mostrarse que su objetivo fundamental es cerrarle el camino a una candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
2. El ardid de las alianzas electorales PAN-PRD fue posible por las negociaciones entre el perredista Jesús Ortega y César Nava, presidente de Acción Nacional, que llevaron al gobierno a imponer hace dos años a Ortega en la dirección del PRD, mediante un fallo del tribunal electoral, que validó decenas de miles de votos fraudulentos a favor de los Chuchos en la elección interna, a cambio de que Ortega y su grupo pudieran apoderarse del aparato del partido y prestarse a las pretensiones del gobierno.
3. No es de sorprender que dicho acuerdo entre el calderonismo y los Chuchos hubiese sido ultimado por Ortega con el que ha sido señalado como uno de los funcionarios más corruptos del calderonismo, César Nava, acusado en el sexenio pasado de haber entregado concesiones anticonstitucionales a multinacionales hispanas durante su paso como funcionario de Pemex (en los años en que Calderón fungía como titular de Energía) y ahora de un enriquecimiento inexplicable al adquirir un departamento en Rincón del Bosque por cerca de 30 millones de pesos.
4. El miedo de Calderón ante el 2012 lo está llevando a cometer todo género de ilícitos, y ya está empezando ante el azoro de sus propios compañeros de partido que sostenían en privado que se repetiría el escenario de 2006, y lo más significativo es que él se asume como responsable de aquellas y de estas acciones delictivas. Al quedar desenmascarada la estrategia de las alianzas PAN-PRD, adelantándose a los tiempos electorales Calderón ha tenido que descender aún más al lodazal, y durante la entrevista que le organizaron desde Los Pinos con Pablo Hiriart y Salvador Camarena el martes 5 por la noche en W Radio, arremetió una vez más contra López Obrador, el principal líder de la oposición, calumniándolo otra vez como un peligro para México y acusándolo de realizar una campaña de rencor y odio, no sin antes reconocer que la verdadera campaña de odio, que fue la suya, la decidió su equipo de campaña, que el eslogan de descalificación acuñado por los publicistas Dick Morris y Antonio Solá es de su equipo, según se ufanó, no sin antes enredarse en mil y una explicaciones por haber afirmado en 2006 que no le importaba que se le considerara ganador haiga sido como haiga sido, según informó El Universal el miércoles 6.
Luis Javier Garrido
El escenario político del país está marcado de manera cada vez más evidente por las querellas entre sí de los grupos mafiosos en el poder, que se advierten en la ruptura de la antigua alianza entre PRI y PAN y en la actitud de apanicamiento de Felipe Calderón, cada vez más incapaz de liderear a la ultraderecha mexicana.
1. El mecanismo de las alianzas electorales entre PAN y PRD, que de proseguir en 2011 en el estado de México, y aún después, permitirían al gobierno calderonista confundir al electorado sobre las propuestas de ambas formaciones políticas y someter más claramente la cúpula perredista al proyecto de la derecha de mantenerse en el poder en 2012, para lo cual habría que llegar al ignominioso escenario de un candidato de unidad PAN-PRD para oponérselo a Enrique Peña Nieto, casi seguro abanderado presidencial priísta, ha quedado desenmascarado al mostrarse que su objetivo fundamental es cerrarle el camino a una candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
2. El ardid de las alianzas electorales PAN-PRD fue posible por las negociaciones entre el perredista Jesús Ortega y César Nava, presidente de Acción Nacional, que llevaron al gobierno a imponer hace dos años a Ortega en la dirección del PRD, mediante un fallo del tribunal electoral, que validó decenas de miles de votos fraudulentos a favor de los Chuchos en la elección interna, a cambio de que Ortega y su grupo pudieran apoderarse del aparato del partido y prestarse a las pretensiones del gobierno.
3. No es de sorprender que dicho acuerdo entre el calderonismo y los Chuchos hubiese sido ultimado por Ortega con el que ha sido señalado como uno de los funcionarios más corruptos del calderonismo, César Nava, acusado en el sexenio pasado de haber entregado concesiones anticonstitucionales a multinacionales hispanas durante su paso como funcionario de Pemex (en los años en que Calderón fungía como titular de Energía) y ahora de un enriquecimiento inexplicable al adquirir un departamento en Rincón del Bosque por cerca de 30 millones de pesos.
4. El miedo de Calderón ante el 2012 lo está llevando a cometer todo género de ilícitos, y ya está empezando ante el azoro de sus propios compañeros de partido que sostenían en privado que se repetiría el escenario de 2006, y lo más significativo es que él se asume como responsable de aquellas y de estas acciones delictivas. Al quedar desenmascarada la estrategia de las alianzas PAN-PRD, adelantándose a los tiempos electorales Calderón ha tenido que descender aún más al lodazal, y durante la entrevista que le organizaron desde Los Pinos con Pablo Hiriart y Salvador Camarena el martes 5 por la noche en W Radio, arremetió una vez más contra López Obrador, el principal líder de la oposición, calumniándolo otra vez como un peligro para México y acusándolo de realizar una campaña de rencor y odio, no sin antes reconocer que la verdadera campaña de odio, que fue la suya, la decidió su equipo de campaña, que el eslogan de descalificación acuñado por los publicistas Dick Morris y Antonio Solá es de su equipo, según se ufanó, no sin antes enredarse en mil y una explicaciones por haber afirmado en 2006 que no le importaba que se le considerara ganador haiga sido como haiga sido, según informó El Universal el miércoles 6.
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5. La respuesta a Calderón no se hizo esperar, y desde distintos horizontes políticos se reconoce que su proceder configura una violación a las libertades electorales de los mexicanos, y no puede conducir más que a que se torne en el hazmerreír de todos y a que, de persistir, se le forme juicio político para destituirlo, conforme al 108 constitucional. Los panistas Creel y Espino lo acusaron de no gobernar y estar dedicado a la campaña de 2012. Los consejeros y el presidente del IFE se aterraron ante la posibilidad de que se reviva el trauma de 2006, cuando el propio instituto fue artífice del fraude y fungió además como encubridor de las acciones delictivas de Fox y de Calderón, perdiendo toda credibilidad. Y PRI, PRD y PT lo acusaron de ser el burro hablando de orejas y lo exhortaron a dejar de actuar como jefe de campaña del PAN y de seguir polarizando a la sociedad con sus desatinos (La Jornada, 7 de octubre).
6. El secretario general del PRI, Jesús Murillo Karam, fue más allá, y tras señalar que la afirmación de Felipe Calderón es una señal de autoritarismo e intolerancia, pidió a la PGR señalar cuáles son los verdaderos peligros para el país (El Universal en línea, del 7 de octubre).
7. La campaña de irracionalidad de los extremistas fanáticos de la ultraderecha ha sido así de momento silenciada, y éstos deberán tener más cuidado en sus planteamientos desaforados con vistas al 2012. Más difícil les va a resultar traer a México a personalidades de la derecha trasnacional para que le hagan el juego a los intereses trasnacionales, como lo hicieron hace una semana con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que por muy Premio Nobel que sea ahora, desconocía y desconoce la realidad de México y el papel del gobierno corrupto, entreguista y antidemocrático del PAN.
8. La respuesta de López Obrador no fue por breve menos significativa, pues al presentar en la Alameda capitalina su libro La mafia que se adueñó de México… y el 2012, que tanto ha ofuscado a Calderón y a los que han sido sus cómplices durante estos cuatro años en el desmantelamiento de la nación, se limitó a decir que esa frase burda y ofensiva no se atrevería a usarla ni siquiera contra Calderón, a pesar de que han perdido la vida cerca de 30 mil mexicanos por su irresponsabilidad e ineptitud.
9. La campaña para la sucesión de quien ha sido no sólo un gobernante espurio e inepto sino un individuo violento y de gran perversidad que se prestó a ser instrumento de los poderes trasnacionales para atentar contra los derechos del pueblo mexicano, está abierta, como dicen los franceses malgré lui, a pesar suyo, por su propio miedo, y no anuncia nada bueno para los mexicanos. Se anuncia como una campaña que va a residir en lo esencial en el poder del dinero para comprar y corromper dirigentes y cuadros partidistas y en el poder de los medios para confundir, engañar y someter a los mexicanos, sin olvidar la violencia desatada por Calderón para amedrentar a todos: a fin de impedirles que sean verdaderos ciudadanos libres, con plena capacidad para elegir a sus representantes.
10. El escenario electoral de ilegalidad y de violencia que reposa en el papel del dinero y de los medios no es empero privativo de México, sino que se anuncia como el modelo institucional del neoliberalismo en todas las latitudes. Gobernantes de distintos países están siendo señalados por haberse apoyado en sus campañas en financiamiento ilegal. En Francia Nicolás Sarkozy está siendo acusado de haber recibido de Liliana Bettencourt –dueña de L’Oreal– multimillonarias sumas ilegales para su campaña y deberá afrontar a la justicia, como en España el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, miembro del PP. Y en Estados Unidos, si se acusó también a Obama de ser un peligro para Estados Unidos, ahora se denuncia que el multimillonario australiano Rupert Murdoch, dueño de una vasta red de diarios conservadores en el mundo, ha donado en vísperas de las legislativas un millón de dólares para impulsar a la cadena Fox y al grupo ultraderechista del Tea Party (El País, 6 de octubre).
El poder del dinero y de los medios no puede sin embargo más que el poder del pueblo, y ese va a ser el verdadero desafío en 2012.
5. La respuesta a Calderón no se hizo esperar, y desde distintos horizontes políticos se reconoce que su proceder configura una violación a las libertades electorales de los mexicanos, y no puede conducir más que a que se torne en el hazmerreír de todos y a que, de persistir, se le forme juicio político para destituirlo, conforme al 108 constitucional. Los panistas Creel y Espino lo acusaron de no gobernar y estar dedicado a la campaña de 2012. Los consejeros y el presidente del IFE se aterraron ante la posibilidad de que se reviva el trauma de 2006, cuando el propio instituto fue artífice del fraude y fungió además como encubridor de las acciones delictivas de Fox y de Calderón, perdiendo toda credibilidad. Y PRI, PRD y PT lo acusaron de ser el burro hablando de orejas y lo exhortaron a dejar de actuar como jefe de campaña del PAN y de seguir polarizando a la sociedad con sus desatinos (La Jornada, 7 de octubre).
6. El secretario general del PRI, Jesús Murillo Karam, fue más allá, y tras señalar que la afirmación de Felipe Calderón es una señal de autoritarismo e intolerancia, pidió a la PGR señalar cuáles son los verdaderos peligros para el país (El Universal en línea, del 7 de octubre).
7. La campaña de irracionalidad de los extremistas fanáticos de la ultraderecha ha sido así de momento silenciada, y éstos deberán tener más cuidado en sus planteamientos desaforados con vistas al 2012. Más difícil les va a resultar traer a México a personalidades de la derecha trasnacional para que le hagan el juego a los intereses trasnacionales, como lo hicieron hace una semana con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que por muy Premio Nobel que sea ahora, desconocía y desconoce la realidad de México y el papel del gobierno corrupto, entreguista y antidemocrático del PAN.
8. La respuesta de López Obrador no fue por breve menos significativa, pues al presentar en la Alameda capitalina su libro La mafia que se adueñó de México… y el 2012, que tanto ha ofuscado a Calderón y a los que han sido sus cómplices durante estos cuatro años en el desmantelamiento de la nación, se limitó a decir que esa frase burda y ofensiva no se atrevería a usarla ni siquiera contra Calderón, a pesar de que han perdido la vida cerca de 30 mil mexicanos por su irresponsabilidad e ineptitud.
9. La campaña para la sucesión de quien ha sido no sólo un gobernante espurio e inepto sino un individuo violento y de gran perversidad que se prestó a ser instrumento de los poderes trasnacionales para atentar contra los derechos del pueblo mexicano, está abierta, como dicen los franceses malgré lui, a pesar suyo, por su propio miedo, y no anuncia nada bueno para los mexicanos. Se anuncia como una campaña que va a residir en lo esencial en el poder del dinero para comprar y corromper dirigentes y cuadros partidistas y en el poder de los medios para confundir, engañar y someter a los mexicanos, sin olvidar la violencia desatada por Calderón para amedrentar a todos: a fin de impedirles que sean verdaderos ciudadanos libres, con plena capacidad para elegir a sus representantes.
10. El escenario electoral de ilegalidad y de violencia que reposa en el papel del dinero y de los medios no es empero privativo de México, sino que se anuncia como el modelo institucional del neoliberalismo en todas las latitudes. Gobernantes de distintos países están siendo señalados por haberse apoyado en sus campañas en financiamiento ilegal. En Francia Nicolás Sarkozy está siendo acusado de haber recibido de Liliana Bettencourt –dueña de L’Oreal– multimillonarias sumas ilegales para su campaña y deberá afrontar a la justicia, como en España el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, miembro del PP. Y en Estados Unidos, si se acusó también a Obama de ser un peligro para Estados Unidos, ahora se denuncia que el multimillonario australiano Rupert Murdoch, dueño de una vasta red de diarios conservadores en el mundo, ha donado en vísperas de las legislativas un millón de dólares para impulsar a la cadena Fox y al grupo ultraderechista del Tea Party (El País, 6 de octubre).
El poder del dinero y de los medios no puede sin embargo más que el poder del pueblo, y ese va a ser el verdadero desafío en 2012.
octubre 07, 2010
octubre 04, 2010
Memorial de Tlatelolco
Memorial de Tlatelolco
La oscuridad engendra la violencia
y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen.
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
para que nadie viera la mano que empuñaba
el arma, sino sólo su efecto de relámpago.
¿Y a esa luz breve y lívida quién?
¿Quién es el que mata?, ¿quienes los que agonizan, los que mueren?
¿Los que huyen sin zapatos?
¿Los que van a caer al pozo de una cárcel?
¿Los que se pudren en el hospital?
¿Los que se quedan mudos, para siempre, de espanto?
¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida, los periódicos
dieron como noticia principal
el estado del tiempo.
Y en la televisión, en la radio, en el cine
no hubo ningún cambio de programa,
ningún anuncio intercalado ni un
minuto de silencio en el banquete
(Pues prosiguió el banquete.)
No busques lo que no hay: huellas, cadáveres
que todo se le ha dado como ofrenda a una diosa,
a la Devoradora de Excrementos.
No hurgues en los archivos pues nada consta en actas.
Más he aquí que toco una llaga: es mi memoria.
Duele . Luego, es verdad. Sangre con sangre.
Y si la llamo mía traiciono a todos.
Recuerdo, recordamos.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo, recordemos
hasta que la justicia se siente entre nosotros.
La oscuridad engendra la violencia
y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen.
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
para que nadie viera la mano que empuñaba
el arma, sino sólo su efecto de relámpago.
¿Y a esa luz breve y lívida quién?
¿Quién es el que mata?, ¿quienes los que agonizan, los que mueren?
¿Los que huyen sin zapatos?
¿Los que van a caer al pozo de una cárcel?
¿Los que se pudren en el hospital?
¿Los que se quedan mudos, para siempre, de espanto?
¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida, los periódicos
dieron como noticia principal
el estado del tiempo.
Y en la televisión, en la radio, en el cine
no hubo ningún cambio de programa,
ningún anuncio intercalado ni un
minuto de silencio en el banquete
(Pues prosiguió el banquete.)
No busques lo que no hay: huellas, cadáveres
que todo se le ha dado como ofrenda a una diosa,
a la Devoradora de Excrementos.
No hurgues en los archivos pues nada consta en actas.
Más he aquí que toco una llaga: es mi memoria.
Duele . Luego, es verdad. Sangre con sangre.
Y si la llamo mía traiciono a todos.
Recuerdo, recordamos.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo, recordemos
hasta que la justicia se siente entre nosotros.
Rosario Castellanos
octubre 01, 2010
El entendimiento
El entendimiento
Luis Javier Garrido
El gobierno de facto calderonista, ya de plano a la deriva, y aun ante el desastre que vive el país agravado por las inundaciones sin precedente en varios estados, está buscando acelerar los tiempos electorales y se ha lanzado a una precampaña adelantada que no hace sino agravar el crítico escenario.
1. Mientras el desastre en todos los órdenes se agrava en México, el gobierno calderonista está empeñado en anteponer en todos los órdenes sus ambiciones por perpetuarse en 2012, y así está aconteciendo con la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, con el apoyo a los damnificados de los siniestros, con las concesiones de la SCT para servicios de telecomunicaciones, con su lucha contra el SME y la clase trabajadora, o con los recursos petroleros entregados cada vez más ilegalmente a las trasnacionales. De ahí que ante el hecho de que el PRI halla pintado su raya, a Calderón le sea cada vez más importante su alianza con la cúpula del PRD.
2. La actual dirigencia perredista no oculta ya a su vez que el objetivo fundamental de su alianza con el gobierno panista es el de tener una convergencia común en 2012, a fin de mantener las actuales estructuras de poder en México: en primer lugar tratando de ayudar a Calderón a cerrarle el camino a Andrés Manuel López Obrador, como hace seis años lo hicieran Fox y Salinas, en particular porque tras el trabajo de organización sin precedente que éste ha realizado a lo largo de los últimos cuatro años, aparece una vez más como el candidato a vencer, y luego contribuyendo con el grupo calderonista a tratar de frenar al que será el casi seguro abanderado del PRI, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, todo ello con la pretensión de que las fuerzas tricolores se subordinen a la pretensión de Calderón de que la silla presidencial siga siendo para un panista, y de que le reconozcan el derecho no escrito de poder decidir quién va a ser su sucesor, como era el caso en los años del PRI.
3. El senador perredista Carlos Navarrete, quien pretendía en el pasado que las alianzas electorales PAN-PRD tenían como objetivo terminar con los caciquismos locales en México (y de paso fortalecer el presidencialismo), ahora se está lanzando de manera más abierta como sus compañeros chuchos contra López Obrador, y no niega ya que dichas alianzas sean también contra el PRI. Si no se someten los perredistas al PAN, advirtió trémulo el miércoles 29 en El Noticiero de Televisa, nada podrá impedir ya el triunfo del PRI en el estado de México el año que viene, y que se tienda desde ahora una alfombra roja desde Atlacomulco hasta Los Pinos para 2012.
4. La historia tiene, como se sabe, sus repeticiones, y el hecho de que Felipe Calderón, aún habiendo llegado a Los Pinos por la vía fraudulenta quiera ahora, tras su fracaso estrepitoso en el cargo, imponerle al país un sucesor, como en la que se creía época de oro del PRI, le da ahora al escenario político mexicano los tintes de una farsa, si no es porque todo esto acontece cuando se agrava en México un escenario de crisis económica y social pocas veces visto.
Luis Javier Garrido
El gobierno de facto calderonista, ya de plano a la deriva, y aun ante el desastre que vive el país agravado por las inundaciones sin precedente en varios estados, está buscando acelerar los tiempos electorales y se ha lanzado a una precampaña adelantada que no hace sino agravar el crítico escenario.
1. Mientras el desastre en todos los órdenes se agrava en México, el gobierno calderonista está empeñado en anteponer en todos los órdenes sus ambiciones por perpetuarse en 2012, y así está aconteciendo con la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, con el apoyo a los damnificados de los siniestros, con las concesiones de la SCT para servicios de telecomunicaciones, con su lucha contra el SME y la clase trabajadora, o con los recursos petroleros entregados cada vez más ilegalmente a las trasnacionales. De ahí que ante el hecho de que el PRI halla pintado su raya, a Calderón le sea cada vez más importante su alianza con la cúpula del PRD.
2. La actual dirigencia perredista no oculta ya a su vez que el objetivo fundamental de su alianza con el gobierno panista es el de tener una convergencia común en 2012, a fin de mantener las actuales estructuras de poder en México: en primer lugar tratando de ayudar a Calderón a cerrarle el camino a Andrés Manuel López Obrador, como hace seis años lo hicieran Fox y Salinas, en particular porque tras el trabajo de organización sin precedente que éste ha realizado a lo largo de los últimos cuatro años, aparece una vez más como el candidato a vencer, y luego contribuyendo con el grupo calderonista a tratar de frenar al que será el casi seguro abanderado del PRI, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, todo ello con la pretensión de que las fuerzas tricolores se subordinen a la pretensión de Calderón de que la silla presidencial siga siendo para un panista, y de que le reconozcan el derecho no escrito de poder decidir quién va a ser su sucesor, como era el caso en los años del PRI.
3. El senador perredista Carlos Navarrete, quien pretendía en el pasado que las alianzas electorales PAN-PRD tenían como objetivo terminar con los caciquismos locales en México (y de paso fortalecer el presidencialismo), ahora se está lanzando de manera más abierta como sus compañeros chuchos contra López Obrador, y no niega ya que dichas alianzas sean también contra el PRI. Si no se someten los perredistas al PAN, advirtió trémulo el miércoles 29 en El Noticiero de Televisa, nada podrá impedir ya el triunfo del PRI en el estado de México el año que viene, y que se tienda desde ahora una alfombra roja desde Atlacomulco hasta Los Pinos para 2012.
4. La historia tiene, como se sabe, sus repeticiones, y el hecho de que Felipe Calderón, aún habiendo llegado a Los Pinos por la vía fraudulenta quiera ahora, tras su fracaso estrepitoso en el cargo, imponerle al país un sucesor, como en la que se creía época de oro del PRI, le da ahora al escenario político mexicano los tintes de una farsa, si no es porque todo esto acontece cuando se agrava en México un escenario de crisis económica y social pocas veces visto.
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5. El grupo calderonista, valido del respaldo absoluto de la jerarquía católica, del que cree es el aval de las fuerzas armadas a seguir seis años más con la llamada guerra contra el narcotráfico, de la que supone va a ser en 2012 una sumisión al gobierno panista de Televisa y Tv Azteca tras las nuevas concesiones y del guiño aprobatorio a sus ambiciones de unos cuantos seudoempresarios favorecidos por el tráfico de influencias, se ha lanzado, impulsado por sus consejeros del PP español e ignorando al pueblo, a una serie de manipulaciones político-electorales: en el PAN, desaparecido Diego, buscando someter a Fox y Espino; en el PRI, intentando acabar con Peña Nieto antes de 2011; en el PRD, acabándolo como una alternativa política; frente a López Obrador, tratando de cerrarle la vía para que pueda ser candidato.
6. Y como si fuera la cereza en el pastel, Calderón busca resucitar entre sus colaboradores el escenario del tapadismo: un tapadismo blanquiazul, que está llevando a sus posibles delfines a una guerra sucia subterránea, patética, porque ninguno de ellos tiene la menor de las posibilidades y porque los intereses de la nación están cada vez en el mayor abandono.
7. La trama del entendimiento entre el gobierno y la dirigencia perredista tuvo su momento determinante con el llamado michoacanazo, iniciado en agosto de 2009 con la detención sin evidencias de 35 funcionarios del estado de Michoacán, acusados entonces de connivencia con el cártel de La Familia, y que 16 meses después culmina con la liberación de 34 de ellos con un usted perdone el pasado martes 28, cuando el contexto político es otro y las relaciones entre Los Pinos y el grupo de Jesús Ortega –que se apoderó del PRD gracias al gobierno calderonista– son de abierta complicidad y tienen el carácter de lo que los neoliberales entienden por alianza estratégica.
8. El entendimiento entre Los Pinos y el grupo de Ortega no parte por lo mismo de ninguna convergencia ideológica ni tampoco de un proyecto nacional común, sino que es una vulgar componenda entre dos mafias que se alían con un mismo objetivo que es el del poder en 2012: los panistas calderonianos pretendiendo conservar la silla presidencial para uno de ellos, y los chuchos con el sueño de que al haber servido a la ultraderecha, supuestamente imponiéndose a López Obrador y marginando al PRI, recibirían en compensación una tajada de poder. Estos dos grupos en verdadero estado de descomposición no tienen otra propuesta económica y social para México que la neoliberal, de las privatizaciones, la cancelación de los derechos sociales de los mexicanos y la entrega de los recursos estratégicos de la nación al capital trasnacional, como tampoco otro proyecto político que el mismo que nos han mostrado y que es el de seguir controlando el aparato de Estado tras el 2012 para seguir medrando.
9. El fracaso de Calderón ayer en su visita a Morelia no debe empero confundir. La salida política que tuvo que aceptar al fallido michoacanazo no termina con las pretensiones políticas que tiene de que su hermana llegue a la gubernatura. Él fracasó en 1996, pero la obsesión porque su hermana llegue al gobierno del estado lo va a seguir llevando a utilizar políticamente este asunto. Las relaciones cordiales del gobernador Lázaro Cárdenas Batel con los gobiernos de Fox y de Calderón le permitieron primero a Fox y a Martita apoderarse de innumerables inmuebles –de la bahía de El Tamarindillo al centro de Zamora–, así como de importantes enclaves estratégicos, lo que Calderón ha profundizado en la mira de dar el zarpazo revanchista en 2014 para que la derecha pueda apoderarse de ese estado, símbolo del cardenismo pero también del sinarquismo, y en donde, en 1946, los panistas ganaron su primera presidencia municipal y sus primeras diputaciones locales y federales.
10. El país no puede aguantar sin embargo ya más un escenario de desastres como el prevaleciente, en el que la clase política sigue anteponiendo sus intereses a los derechos de los mexicanos, y la tensión social y política ha llegado por ello a su límite.
5. El grupo calderonista, valido del respaldo absoluto de la jerarquía católica, del que cree es el aval de las fuerzas armadas a seguir seis años más con la llamada guerra contra el narcotráfico, de la que supone va a ser en 2012 una sumisión al gobierno panista de Televisa y Tv Azteca tras las nuevas concesiones y del guiño aprobatorio a sus ambiciones de unos cuantos seudoempresarios favorecidos por el tráfico de influencias, se ha lanzado, impulsado por sus consejeros del PP español e ignorando al pueblo, a una serie de manipulaciones político-electorales: en el PAN, desaparecido Diego, buscando someter a Fox y Espino; en el PRI, intentando acabar con Peña Nieto antes de 2011; en el PRD, acabándolo como una alternativa política; frente a López Obrador, tratando de cerrarle la vía para que pueda ser candidato.
6. Y como si fuera la cereza en el pastel, Calderón busca resucitar entre sus colaboradores el escenario del tapadismo: un tapadismo blanquiazul, que está llevando a sus posibles delfines a una guerra sucia subterránea, patética, porque ninguno de ellos tiene la menor de las posibilidades y porque los intereses de la nación están cada vez en el mayor abandono.
7. La trama del entendimiento entre el gobierno y la dirigencia perredista tuvo su momento determinante con el llamado michoacanazo, iniciado en agosto de 2009 con la detención sin evidencias de 35 funcionarios del estado de Michoacán, acusados entonces de connivencia con el cártel de La Familia, y que 16 meses después culmina con la liberación de 34 de ellos con un usted perdone el pasado martes 28, cuando el contexto político es otro y las relaciones entre Los Pinos y el grupo de Jesús Ortega –que se apoderó del PRD gracias al gobierno calderonista– son de abierta complicidad y tienen el carácter de lo que los neoliberales entienden por alianza estratégica.
8. El entendimiento entre Los Pinos y el grupo de Ortega no parte por lo mismo de ninguna convergencia ideológica ni tampoco de un proyecto nacional común, sino que es una vulgar componenda entre dos mafias que se alían con un mismo objetivo que es el del poder en 2012: los panistas calderonianos pretendiendo conservar la silla presidencial para uno de ellos, y los chuchos con el sueño de que al haber servido a la ultraderecha, supuestamente imponiéndose a López Obrador y marginando al PRI, recibirían en compensación una tajada de poder. Estos dos grupos en verdadero estado de descomposición no tienen otra propuesta económica y social para México que la neoliberal, de las privatizaciones, la cancelación de los derechos sociales de los mexicanos y la entrega de los recursos estratégicos de la nación al capital trasnacional, como tampoco otro proyecto político que el mismo que nos han mostrado y que es el de seguir controlando el aparato de Estado tras el 2012 para seguir medrando.
9. El fracaso de Calderón ayer en su visita a Morelia no debe empero confundir. La salida política que tuvo que aceptar al fallido michoacanazo no termina con las pretensiones políticas que tiene de que su hermana llegue a la gubernatura. Él fracasó en 1996, pero la obsesión porque su hermana llegue al gobierno del estado lo va a seguir llevando a utilizar políticamente este asunto. Las relaciones cordiales del gobernador Lázaro Cárdenas Batel con los gobiernos de Fox y de Calderón le permitieron primero a Fox y a Martita apoderarse de innumerables inmuebles –de la bahía de El Tamarindillo al centro de Zamora–, así como de importantes enclaves estratégicos, lo que Calderón ha profundizado en la mira de dar el zarpazo revanchista en 2014 para que la derecha pueda apoderarse de ese estado, símbolo del cardenismo pero también del sinarquismo, y en donde, en 1946, los panistas ganaron su primera presidencia municipal y sus primeras diputaciones locales y federales.
10. El país no puede aguantar sin embargo ya más un escenario de desastres como el prevaleciente, en el que la clase política sigue anteponiendo sus intereses a los derechos de los mexicanos, y la tensión social y política ha llegado por ello a su límite.
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