A finales de 1993 el entonces ESPURIO I (Carlos Salinas de Gortari), llevaba a cabo la firma del TLC (una traición a la patria), y además pretendía cambiarle el nombre a nuestro país (según eso para que no se le “confundiera” con el nombre de “ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”).
Poco tiempo después se da el levantamiento armado del EZLN y se desata la violencia política del propio sistema con los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu. Luego sobreviene una de las más grandes crisis económicas que se recuerde.
Ahora, el ESPURIO II (o sea el pelele de FeCal, para más señas) va por el mismo camino: pretende llevar a cabo una traición a la patria con la PRIVATIZACIÓN de PEMEX y también quiere por sus pistolas alterar el nombre oficial de nuestro país que es ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (así aunque a los panistas les cueste trabajo escribirlo y a nuestros vecinos gringos no les guste).
¿Por qué jugar así con la dignidad y la historia de un pueblo como el mexicano?
¿Por qué buscarle tres pies al gato?
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