viernes 28 de agosto de 2009
México: El informe presidencial. Respuesta anticipada
Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
El próximo martes es el Día de Informe y todo sigue como si nada. ¡Ay los viejos tiempos que nunca volverán! Cómo olvidar aquellos tiempos de escolapio y el estruendoso ¡Ahh! cuando nos anunciaban el obligado asueto para que todos escucháramos al tlatoani informando al pueblo de los grandes logros de su gestión gubernamental.
Desde principios de agosto el país entraba en una especie de vigilia; la política se paralizaba para no distraer al Señor Presidente que, en la sobriedad de su despacho en Palacio Nacional, se encerraba para elaborar la pieza oratoria más importante del año. En los mentideros acostumbrados por los políticos se hablaba en voz baja y se especulaba sobre posibles cambios en el gabinete o el espaldarazo al que se perfilaba para la sucesión presidencial. Todos los actores políticos se preparaban para organizar los contingentes de sus adeptos para formar la valla que enmarcara, con vítores y confeti, el recorrido presidencial de palacio a la cámara y de regreso, se competía por la notoriedad.
Luego el tradicional “besamanos” con su larga fila de aspirantes a una sonrisa del señor. Al día siguiente, las fuerzas armadas refrendaban su lealtad al Comandante Supremo y, posteriormente, los gobernadores de los estados hacían lo propio. Los periódicos duplicaban su volumen para dar cabida a las inserciones pagadas (al doble de precio) con las felicitaciones al señor. Todo era miel sobre hojuelas ¡Ay qué tiempos aquellos, señor Don Simón!
Pero todo eso se acabó. El “señor presidente” duerme el sueño de los justos. Hoy sólo queda el “pinche espurio”. El informe escrito se envía con algún mensajero y se realizan comparecencias de los secretarios para hacerse locos ante las comisiones de las cámaras. Ya ni siquiera sirve el informe para registrar la estadística; la mendacidad ramplona lo hace deleznable. En vez de rendirse cuentas se cuentan cuentos; puros cuentos. Los presidentes siempre han mentido, pero los de antaño mentían con sabiduría, lograban cierta verosimilitud. Los de ahora, especialmente los dos panistas, simplemente mienten sin que les dé vergüenza. Leer más
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