Para entender la noticia

Por Benjamín Castro

Conflicto histórico

Detrás del reconocimiento o no de Calderón

Ahora que los bandos se han definido claramente es bueno identificar lo que hay o lo que subyace detrás del conflicto entre quienes reconocen y los que no a Felipe Calderón como presidente. Del lado del reconocimiento están, por supuesto, las huestes panistas y sus gobernadores, sus diputados y sus senadores. También esta el PRI, tanto el partido como los líderes de su fracción en las dos cámaras del congreso y también sus gobernadores. Están también los gobernadores del PRD encabezados por Lázaro Cárdenas Battel, quien es el más proclive a este reconocimiento y uno de los principales aliados de Calderón junto con su padre el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Están también la corriente llamada de "los chuchos" dentro del PRD y en el congreso y los líderes de esa fracción.

Entre todos forman una fuerza considerable, porque además tiene el apoyo de los medios de comunicación, de la oligarquía nacional y, por supuesto,"de los que realmente mandan mas arriba", que son los centros financieros y sus "hedge funds" y la burocracia del gobierno de Bush en Washington.

El asunto no es meramente electoral. Aunque el punto de partida de este conflicto es el evidente fraude en las elecciones de julio del 2006, las razones son en realidad más profundas y veamos porque: En primer lugar la tremenda fuerza electoral y la popularidad de López Obrador proviene del hartazgo y la desesperación de la mayoría de la población por los más de 25 años de estancamiento económico y sufrimientos. Esa es la fuerza de AMLO, "la fuerza del descontento", que fue la misma de Cárdenas en 1988. Esta fuerza se junta a la propia capacidad de liderazgo del tabasqueño. Ese descontento proviene del programa económico aplicado en las ultimas dos décadas y media, el llamado "modelo neoliberal", que no es otra cosa que el saqueo mediante el mecanismo del cobro de la deuda supervisado por el FMI.

Los que se oponen al reconocimiento de Calderón se oponen porque saben que este representa la continuación de esa política, de ese saqueo y de los sacrificios y el sufrimiento para la población.

Quienes promueven el reconocimiento de Calderón son en su mayoría beneficiarios y cómplices de este proyecto neocolonialista de saqueo inmisericorde. Probablemente algunos pensaran que los Cárdenas de Michoacán o que Jesús Ortega y Ruth Zavaleta no piensan así porque son de "izquierda" pero están equivocados. Los chuchos y Zavaleta, ---que ahora forman parte del equipo de Calderón, en una especie de "gabinete empleado plus" junto con Beltrones y Gamboa-- aunque han militado durante décadas en la lucha por la "democracia", lo hicieron porque esa "democracia" electoral, parlamentarista etc. es parte consustancial del proyecto de saqueo colonialista que ahora llaman "globalización". Es lo que alguna vez Lyndon H Larouche llamó "el fascismo con cara democrática" en donde se organizan instituciones como el IFE, se impone la "pluralidad" y la supuesta libertad de expresión etc. mientras que la economía y sus decisiones pasan a manos de una dictadura de unos cuantos cárteles financieros. Cuauhtémoc Cárdenas no tiene conflicto con ello porque forma parte, en la sección "política" de esa misma oligarquía. Los chuchos tampoco porque siempre han trabajado para ella.

Estamos pues ante un conflicto histórico que con el fraude del 2 de julio no hizo mas que revivirlo. Se inicio con la rebelión de Hidalgo y Morelos contra el colonialismo Hasburgo en México y contra la "globalización" de Napoleón Bonaparte.