noviembre 28, 2008

EL FRACASO

Luis Javier Garrido

El fracaso

El inicio del siglo XXI ha quedado marcado en México por el fracaso histórico del Partido Acción Nacional en el gobierno, que ha llevado al país a un desastre institucional.

1. Los dos años del gobierno espurio de Calderón, que ahora se cumplen, han refrendado la ineptitud de los cuadros panistas para actuar con políticas de Estado, que se había evidenciado ya en los años de Fox, así como la agravación de la corrupción, de la impunidad y de otros vicios de los años del priísmo, en un gobierno que ha estado de espaldas al pueblo y al servicio de unos cuantos intereses facciosos, ahondando en estos años la sumisión a Washington y a los poderes trasnacionales, en tanto forjaba compromisos oscuros con el narcopoder y con las mafias de la ultraderecha internacional, sin tener, en consecuencia, un proyecto nacional, y que para colmo a fin de operar depende cada vez más de los priístas.

2. La designación de Luis Felipe Bravo Mena como secretario particular de Calderón (26 de noviembre) revela en este contexto la ineptitud de quienes gobiernan para definir un proyecto y mantener un orden en sus filas. Bravo Mena, quien recién llegado de Coparmex fungía como coordinador de la campaña presidencial panista de 1988, se definió entonces, según se recuerda, como “la nueva derecha”, lo que le valió en ese momento ser excluido de las listas de diputados plurinominales del PAN en una reacción de los cuadros tradicionales, y ahora su nombramiento no parece obedecer más que a la necesidad de Calderón de cohesionar en torno suyo a los distintos grupos de esa extrema derecha, con el temor enfermizo por perder en las elecciones de 2009.

3. El gobierno de Fox pretendió ser un gobierno de empresarios, por los empresarios y para los empresarios, y el de Calderón no ha sido otra cosa que una mecánica al servicio de unas cuantas mafias salinistas de poder económico y político.


4. El fallecido empresario gallego Juan Camilo Mouriño había desarrollado la práctica de concertar las principales decisiones del gobierno desde la Secretaría de Gobernación con cuatro o cinco de los más prominentes empresarios, entre los que estaban siempre Lorenzo Zambrano, Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, según relata Anabel Hernández en Los cómplices del presidente (Grijalbo, 2008), y así va a seguir siendo en los próximos meses. México no es una democracia representativa, sino un país con un gobierno oligárquico. Sigue leyendo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu comentario será moderado antes de su publicación. Gracias por participar.