El aniquilamiento
Luis Javier Garrido
La disputa entre PRI y PAN por el 2012, que divide cada vez más a los grupos oligárquicos, se traduce en un desastre institucional, pero no ha detenido el desmantelamiento de la nación y de cancelación de los derechos sociales de los mexicanos, en el que los dos partidos están de acuerdo, por su afán de servir a los intereses de las trasnacionales, como a los suyos propios, ya que para ambas formaciones políticas el poder es un botín.
1. Las divergencias entre el gobierno de facto de Felipe Calderón y el PRI, que aliados usurparon el poder en 2006, y ahora se hallan distanciados porque los panistas, tras dos periodos en Los Pinos, no quieren aceptar el principio de la alternancia política; sus diferencias no son en torno al proyecto de gobierno, porque ninguno lo tiene, sino sobre quién (de entre ellos) va a ocuparse del gobierno en esos seis años y disponer de los negocios que está dejando la privatización de la nación impuesta por grupos del exterior. El PRI tiene su candidato en Enrique Peña Nieto, y Calderón, aunque no lo tiene y conoce el repudio que hay en todo el país a que Acción Nacional siga en el poder, pretende imponer a cualquiera y crear las condiciones que se lo permitan. De ahí las disputas con los priístas por las elecciones locales, el Presupuesto de Egresos y para llenar las tres vacantes del Consejo General del IFE.
2. La designación de los nuevos consejeros electorales, que ha evidenciado la discordia entre panistas y priístas, ha mostrado también que el IFE es un botín de los partidos y que las elecciones de 2012 no van a ser democráticas, porque quien controle su Consejo General va a tener amplias posibilidades de influir en el resultado final, enviando al país una señal muy clara de lo que viene. Los consejeros van a ser por el principio de cuotas, porque los que aún están en la lista son gente de confianza los partidos, y ello no va a desprestigiar al instituto porque ya está muy desprestigiado: desde su nacimiento en 1990 ha tenido innumerables fallas.
3. La falta de acuerdo en torno a estas designaciones no es asunto menor, pues es reveladora de lo que acontece, ya que PRI y PAN están con su querella (aunque sea temporal) violando el marco legal al no haber hecho el nombramiento conforme al mandamiento que tienen, y al margen de cualquier ficción legislativa de que la sesión se puede prolongar eternamente. Por mucho que los priístas pretendan desdramatizar lo que acontece y simular que no hay un desencuentro en algo fundamental, sí lo hay, y es la disputa por el poder en 2012: tanto el PAN como el PRI quieren controlar el órgano responsable del proceso electoral de ese año.
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