La frontera
Luis Javier Garrido
La crisis institucional en que la oligarquía en el poder ha hundido a México, al entregar el control de recursos e instituciones a Washington y al capital trasnacional e instaurar un sistema de poder cada vez más despótico –mal disfrazado de transición democrática–, ha llegado a sus extremos el cuarto año del gobierno entreguista de Felipe Calderón, que está siendo puesto en evidencia todos los días como acontece con el caso de Ciudad Juárez.
1. Los hechos están a la vista de todos, pues la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos reformulada por George W. Bush y que Barack Obama ha hecho suya, ha tendido a controlar de manera más directa la frontera con México, incluso desde territorio mexicano, de la misma manera que las costas y el espacio aéreo mexicanos, de ahí que desde 2006 el Departamento de Estado haya impuesto a Calderón las políticas de violencia y de una falsa guerra contra el narcotráfico a fin de hacer posible, entre otras cosas, un mayor control de Washington de los aparatos de represión o de seguridad de ambos lados de la línea fronteriza.
2. El clima de terror que el gobierno calderonista ha creado y exacerbado en Ciudad Juárez y la zona fronteriza, utilizando a las fuerzas armadas y a los grupos paramilitares que ha creado a semejanza de los de Colombia, obedece, como se sabe, a esas exigencias estadunidenses tanto como a su propia necesidad de supervivencia política, y eso es parte de lo que se ha evidenciado tras la masacre de los jóvenes estudiantes el 31 de enero que desnudó al gobierno calderonista, hechos sobre los cuales el propio Calderón no ha podido dar una explicación creíble, según se vio en su balbuceante entrevista del 23 y 24 de febrero con Joaquín López Dóriga.
3. El artículo publicado por William Booth en The Washington Post (24/2/10), afirmando que Washington ha decidido una escalada en la participación de agentes estadunidenses en territorio mexicano para ayudar a la lucha “contra los dirigentes de los cárteles” en Ciudad Juárez, la ciudad más violenta de México, donde subraya que hubo más de 2 mil 600 ejecutados en 2009, es ahora un nuevo indicador de que la violencia desatada por el gobierno panista acatando los designios del Departamento de Estado ha tenido un objetivo preciso. De acuerdo con la nota, Estados Unidos va a crear en Ciudad Juárez un centro de mando con analistas y agentes de inteligencia para trabajar, se dice, junto con los agentes mexicanos entrenados por la FBI y la DEA.
4. Las señales de que el gobierno de Barack Obama tiene como un objetivo central de su política de seguridad interna hacer más directo su control sobre la frontera con México desde territorio mexicano, las confirmó Janet Napolitano, su secretaria de Seguridad Interna, quien el mismo día 24, al comparecer ante el Comité de Seguridad Interna y Asuntos Gubernamentales del Senado estadunidense, expresó que el imperio de la ley se ha perdido en Ciudad Juárez, una urbe de millón y medio de personas, que se halla, hizo hincapié, al otro lado de un puente de nuestra frontera.
5. ¿A quién puede sorprender, por consiguiente, que en estos días en que el Senado de Estados Unidos decide el presupuesto y las políticas sobre México se produzcan nuevas matanzas como las de la frontera de Tamaulipas y de otros estados? →→Sigue leyendo
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