El saqueo
Luis Javier Garrido
Las medidas, que de manera desquiciada el grupo de Felipe Calderón y los think tanks del extranjero que lo asesoran están urdiendo al vapor a mitad del sexenio para enfrentar las consecuencias del desastre de su gestión en lo económico y en lo social, no buscan rescatar al país, sino al régimen yunquista-calderonista para que, de no salir a flote, pueda al menos aprovechar el tiempo que le quede para seguir saqueando a México.
1. La pretensión delirante de Felipe Calderón y de los grupos a los que sirve, desconociendo que perdieron las elecciones y que son repudiados por una amplia mayoría de mexicanos, es que el PRI y los demás partidos les autoricen desde las cámaras legislativas tener las manos libres para que, a más de tres años de concluir su gestión de facto, puedan disponer de manera discrecional e ilimitada de las reservas financieras de la nación, de todos los recursos económicos del aparato estatal y paraestatal y, como si fuera poco, tengan la posibilidad de manipular conforme a sus intereses y criterios las políticas hacendaria y social del Estado, al que miran más que nunca como mero botín.
2. Desconociendo que perdieron las elecciones federales de 2009 y que no tienen el consenso de los mexicanos para nada por el resultado desastroso de su gestión, Calderón y los panistas buscan ahora mediante una serie de iniciativas mal elaboradas pasarle más abiertamente al pueblo de México el costo de dicho fracaso con nuevos impuestos, como el del 2 por ciento al consumo, e imponerle una serie de medidas incoherentes entre las cuales siguen destacando la contrarreforma laboral, el desmantelamiento total del sistema de pensiones y de la educación pública superior, la imposición de nuevos programas neoliberales, y de paso quieren tener las manos libres para disponer libremente del patrimonio de la nación en una serie de propuestas que lo menos que se puede decir es que son escandalosas.
3. El gobierno panista de facto carece de un proyecto nacional y sólo actúa en función de los intereses económicos que representa y de su propio afán de supervivencia, por lo que no sorprende que la propuesta de paquete económico para 2010 suponga ese incremento de impuestos y un ridículo cambio de funcionarios que pretende hacer entrar al gobierno a individuos más descalificados de los que ya estaban por ser notorios traficantes de influencias vinculados a los peores intereses nacionales y extranjeros, así como la supresión de secretarías de Estado que les molestan, como la de la Reforma Agraria (que les recuerda el desastre al que han llevado al campo mexicano) o la de la Función Pública (que durante muchos años no hizo otra cosa que encubrir el peculado de priístas y panistas). →→Sigue leyendo
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