Luis Javier Garrido
La caja negra
La derecha mexicana tiene miedo tras el avionazo en el que murió Mouriño, y el país se halla frente al riesgo de una mayor derechización del régimen ante sus fracasos en todos los órdenes.
1. La trágica muerte del empresario español Juan Camilo Mouriño, quien ocupaba ilegalmente el cargo de secretario de Gobernación desde el 15 de enero, al desplomarse el avión Learjet en el que venía acompañado de José Luis Santiago Vasconcelos, supuesto zar antidrogas y hombre de confianza de Washington, la tarde del martes 4, ha sumido al gobierno de facto, y en particular a Felipe Calderón, en una situación crítica, y ha generado un sentimiento de apanicamiento en amplios sectores de la derecha que, ante la posibilidad de un atentado ven con estupor la torpeza y debilidad del gobierno ilegítimo.
2. La desaparición de Mouriño tiene graves consecuencias para Calderón, pues él era quien detentaba las claves para el proyecto transexenal del que la prensa ha llamado “el gobierno de los amigos”: era su pieza clave para someter a Fox a través de su padre (prestanombres del ex presidente), su principal vínculo con el PP y los empresarios españoles, su hombre de confianza en los negocio del grupo, el negociador de los acuerdos con los priístas y el grupo de los chuchos y, como si fuera poco, el responsable de las principales funciones del gobierno.
3. La importancia de Mouriño era tal que para muchos era él, y no Calderón, “el número uno del gobierno”, lo que explica las reacciones. Un columnista se preguntaba por eso horrorizado: “¿Quién tiene el control del Estado? ¿Está en manos de alguien más que no sea el gobierno…?” Porque si fue atentado –agregaba, reflejando el sentir empresarial– “este país está en una de las peores crisis de su historia reciente” (Milenio, 5 de noviembre). Sigue leyendo
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