Tesoro negro
León Bendesky en La Jornada
leon@jornada.com.mx
La falta de imaginación ha sido un rasgo definitorio y enraizado de la política mexicana; se advierte, ya por muy largo tiempo, en la forma en que se conduce al Estado y cómo se administran los asuntos públicos en general. Esa ausencia de ideas ha hecho prácticamente indistinguibles a los sucesivos gobiernos, a pesar de la alternancia partidista en el poder. Tal vez por eso en un acto reciente en el que se prometía una vez más algún servicio a una comunidad, uno de sus miembros haya confundido a Felipe Calderón con Ernesto Zedillo, y es que en verdad desde hace muchos sexenios todos les han sido intercambiables.
La situación del petróleo muestra de nueva cuenta la dominante ausencia imaginativa en la conducción del país. Es en verdad paradójica la manera en que operan quienes están jugueteando –y ésa es la imagen que se proyecta– con una reforma energética en el gobierno y el Congreso. Así aparece, también, a quienes se expone un asunto de tal relevancia y a quienes en última instancia se dirige su trabajo, es decir, los ciudadanos. Leer más
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