Luis Javier Garrido
El paso atrás
El primer año del gobierno impuesto a México por los grupos oligárquicos tras el fraude electoral de 2006 se termina en medio de un desastre institucional, con una incapacidad manifiesta de los personeros de la extrema derecha que se apoderaron del gobierno para enfrentar los graves problemas nacionales y sin que la clase política en su conjunto pueda enfrentar el desafío, como evidencia el fracaso de la llamada “reforma electoral”.
1. México se encuentra varado tras el primer año del gobierno ilegítimo, sin tener políticas nacionales ante la embestida del capital trasnacional y sin la posibilidad de salir por la vía legal del desastre institucional en el que se halla, pues se ha instaurado un régimen de simulación en el que la mayor parte de los integrantes de la “clase política” están dispuestos a seguir desmantelando al Estado nacional e ir entregando los recursos estratégicos de la nación al capital trasnacional: desde los ministros de
2. Los Pinos ya no es el centro del poder político nacional, pues mientras Felipe Calderón sigue obsesionado por su carácter de ilegítimo, atendiendo cuestiones de partido y actuando como aspirante a jefe de facción, los miembros de la burocracia política en su conjunto despachan los asuntos oficiales, sin que se sepa bien quién tiene autoridad sobre quién, y sobre todo sin poder hacer valer, como algunos pretenden, la autoridad del Estado, pues salvo algunas raras excepciones todos se hallan doblegados ante los poderes fácticos nacionales y trasnacionales.
3. México sigue siendo un país de reglas “no escritas”, de componendas y concertacesiones, en el que
4. El ejemplo más claro del fracaso institucional lo constituye la llamada “reforma electoral de
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